El pasado sábado, la localidad de Requena fue escenario de un trágico accidente aéreo que dejó dos muertos. La avioneta, un modelo Piper Sport Cruiser, se estrelló en las estribaciones de La Muela, un monte cercano, mientras intentaba aterrizar. Narciso Martínez Peñalver, un experimentado piloto de 77 años, estaba al mando de la aeronave, acompañado por Antonio Birlanga Blanquer, un abogado valenciano de 55 años. Ambos perdieron la vida en el siniestro, que ha dejado a la comunidad en estado de shock.
La historia de Narciso y Luis Marzo, fundador del aeródromo de Requena-El Rebollar, es una de amistad y pasión por la aviación. Luis y Narciso compartieron más de tres décadas volando juntos, disfrutando de la libertad que ofrece el vuelo en avionetas ultraligeras. La tragedia se desencadenó cuando Narciso, que había mantenido su avión en perfecto estado, se preparaba para un vuelo que había sido planeado con entusiasmo. La casualidad hizo que Antonio, quien no debía estar en ese vuelo, se uniera a ellos tras un encuentro fortuito en un bar local.
El vuelo comenzó sin incidentes, pero poco después de despegar, la situación se tornó crítica. Luis, quien permanecía en tierra, comenzó a preocuparse al notar que la avioneta tardaba más de lo esperado en regresar. La alarma se encendió cuando un avión de paracaidistas reportó haber visto una columna de humo cerca de Los Duques. Luis, angustiado, se dirigió rápidamente al lugar del accidente, donde ya se encontraban los servicios de emergencia tratando de sofocar las llamas que consumían la aeronave y el monte circundante.
Las primeras investigaciones apuntan a una posible pérdida de potencia del motor como causa del accidente. Aunque la investigación está en curso, se ha confirmado que Narciso tenía la experiencia necesaria para manejar situaciones complicadas. Luis, quien ha estado en contacto con las autoridades, ha expresado su incredulidad ante la tragedia. «Si Narciso intentó aterrizar, es porque estaba seguro de que podía hacerlo», afirmó, resaltando la habilidad y el conocimiento de su amigo.
Los detalles del accidente son aún confusos. La Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil (CIAIAC) ha comenzado a analizar las causas del siniestro. Se ha llevado el motor de la avioneta para su examen, y se espera que los resultados arrojen luz sobre lo sucedido. La falta de comunicación por parte de Narciso durante el vuelo, al no emitir un aviso de emergencia, ha dejado a muchos preguntándose qué pudo haber ocurrido en esos momentos críticos.
La comunidad de Requena, unida por el dolor de la pérdida, ha comenzado a rendir homenaje a las vidas de Narciso y Antonio. La pasión por la aviación que compartían ha dejado un legado que perdurará en la memoria de quienes los conocieron. Luis, devastado por la pérdida, ha tomado la difícil decisión de recoger los restos de la avioneta para evitar que la familia de Narciso tuviera que enfrentarse a esa tarea. La tragedia ha dejado una huella profunda en el corazón de todos los que conocieron a estos hombres, quienes vivieron para volar y disfrutaron de cada momento en el aire.
El accidente ha suscitado un debate sobre la seguridad en la aviación ligera y la necesidad de una mayor regulación y supervisión. Con el aumento de la popularidad de los vuelos en avionetas ultraligeras, es crucial que se implementen medidas que garanticen la seguridad de los pilotos y pasajeros. La comunidad espera que la investigación arroje respuestas y que se tomen las acciones necesarias para prevenir futuros accidentes.
Mientras tanto, los amigos y familiares de Narciso y Antonio continúan lidiando con el dolor de su pérdida. La comunidad de Requena se ha unido para ofrecer apoyo a las familias afectadas, recordando a los fallecidos como hombres apasionados por la vida y la aviación. La tragedia del sábado es un recordatorio de la fragilidad de la vida y de la importancia de valorar cada momento. La historia de Narciso y Antonio es un testimonio de la amistad, la pasión y el amor por el vuelo, que perdurará en la memoria de quienes los conocieron.