La reciente reunión de la comisión negociadora del nuevo convenio de Navantia ha dejado a los sindicatos con un sabor amargo. A pesar de que el texto fue aprobado por la plantilla el 16 de octubre, la falta de una fecha concreta para la firma ha generado inquietud entre los trabajadores. Los sindicatos, en particular Movemento Alternativo Sindical (MAS) y CIG, han calificado el encuentro como «decepcionante», ya que no se lograron avances significativos en la implementación del nuevo convenio.
### La Urgencia de la Firma del Convenio
Los sindicatos han expresado su preocupación por la demora en la firma oficial del convenio, argumentando que esta situación implica una pérdida de beneficios económicos y sociales para el personal. Entre las mejoras que se verían afectadas se encuentran el plus de responsabilidad, la valoración de turnos, el abono de jornadas especiales, así como licencias y flexibilidad laboral. Estos beneficios están condicionados a la rúbrica del convenio, lo que ha llevado a los representantes de los trabajadores a cuestionar la necesidad de esperar la autorización de costes por parte de la dirección.
La dirección de Navantia ha justificado la espera aludiendo a la necesidad de validar el incremento de la masa salarial, lo que ha generado confusión entre los sindicatos. «Si se nos venía diciendo que todas las partidas que aumentaban estaban autorizadas, ¿qué texto tienen que autorizar? ¿Sin firmar?», han planteado los representantes de los trabajadores, mostrando su frustración ante la falta de claridad en el proceso.
### Propuestas de los Sindicatos y Plan de Acción
Ante esta situación, los sindicatos han presentado un plan de nueve pasos para la implementación del convenio, aunque este carece de un calendario específico. La falta de un cronograma ha sido otro de los puntos criticados por los representantes de los trabajadores, quienes han insistido en que no están dispuestos a aceptar dilaciones en el proceso. «Cualquier demora supone perder dinero y derechos para los trabajadores», han afirmado, dejando claro que la situación es insostenible.
Los sindicatos han manifestado su intención de acelerar los plazos para la firma del convenio y han propuesto impulsar un calendario de implantación que sea más beneficioso para el personal. En este sentido, han dejado entrever que están dispuestos a movilizarse si es necesario para lograr sus objetivos. La presión sobre la dirección de Navantia parece estar aumentando, y los trabajadores están decididos a no dejar que sus derechos se vean comprometidos por la falta de acción.
La situación en Navantia es un reflejo de las tensiones que a menudo surgen en las negociaciones laborales, donde los intereses de los trabajadores y la dirección pueden chocar. La urgencia de firmar el nuevo convenio es palpable, y los sindicatos están decididos a luchar por los derechos de los trabajadores, asegurando que no se sacrifiquen mejoras a causa de la burocracia o la falta de voluntad por parte de la dirección. La próxima reunión será crucial para determinar el rumbo de estas negociaciones y el bienestar de los empleados de Navantia.
