Las relaciones comerciales entre China y la Unión Europea han entrado en una fase de tensión tras el anuncio de la UE de vetar a los fabricantes chinos de dispositivos médicos en las licitaciones de contratos públicos que superen los 5 millones de euros. Esta medida, que entrará en vigor a partir de julio, ha sido interpretada por Pekín como un ataque a sus intereses comerciales y una violación de las normas de competencia leal.
**Contexto del Veto Europeo**
La decisión de la Unión Europea se enmarca dentro de un contexto más amplio de descontento con las prácticas comerciales de China. Desde hace tiempo, las empresas europeas han denunciado que enfrentan barreras significativas para acceder a los contratos públicos en el país asiático. Según datos recopilados por la Comisión Europea, un asombroso 87% de las licitaciones públicas en el sector de dispositivos médicos en China están sujetas a prácticas discriminatorias que excluyen a las empresas europeas. Esta situación ha llevado a la UE a considerar medidas de represalia, culminando en el veto anunciado recientemente.
El Instrumento europeo de Contratación Pública Internacional (IPI) es el mecanismo a través del cual la UE ha decidido implementar esta medida. Este instrumento tiene como objetivo establecer criterios de proporcionalidad en la contratación pública internacional, evitando que se convierta en un veto total contra un país en particular. La UE argumenta que esta acción es proporcional a las barreras impuestas por China y busca disuadir a Pekín de continuar con sus prácticas discriminatorias.
**Reacción de China**
La respuesta de China no se ha hecho esperar. Un portavoz del Ministerio de Comercio chino ha expresado su descontento, afirmando que la UE ha ignorado la buena voluntad de China y ha actuado unilateralmente, creando nuevas barreras proteccionistas. Pekín ha advertido que tomará medidas para proteger los derechos e intereses legítimos de sus empresas, lo que podría incluir represalias comerciales o ajustes en sus políticas de contratación.
El funcionario chino también ha instado a la UE a corregir lo que considera prácticas incorrectas, sugiriendo que la apertura de mercados debe ser recíproca. Esta postura refleja una creciente frustración en Pekín respecto a lo que perciben como un enfoque injusto por parte de la UE hacia sus empresas.
**Implicaciones del Veto**
El impacto del veto europeo podría ser significativo, no solo para los fabricantes chinos, sino también para el sistema de salud de la UE. La medida establece que las empresas que obtengan contratos públicos no podrán haber adquirido más del 50% de sus dispositivos en China, lo que podría limitar las opciones disponibles para los proveedores europeos. Además, se prevén excepciones en casos donde no haya proveedores alternativos que puedan garantizar el suministro necesario.
Esta situación plantea interrogantes sobre la capacidad de la UE para mantener un suministro adecuado de dispositivos médicos, especialmente en un contexto donde la demanda puede ser alta. La decisión de la UE de vetar a los fabricantes chinos también podría tener repercusiones en la industria médica global, dado que China es uno de los principales productores de dispositivos médicos a nivel mundial.
**Perspectivas Futuras**
A medida que se acerca la fecha de implementación del veto, las tensiones entre China y la UE podrían intensificarse. La UE ha dejado claro que busca relaciones comerciales abiertas y justas, pero también ha enfatizado la necesidad de que estas relaciones sean mutuamente beneficiosas. La falta de un diálogo efectivo entre ambas partes podría llevar a una escalada de las medidas proteccionistas, afectando no solo a las empresas involucradas, sino también a los consumidores y a la economía global en general.
En este contexto, es crucial que ambas partes busquen un terreno común y trabajen hacia una solución que permita un acceso equitativo a los mercados. La cooperación en el ámbito comercial es fundamental para enfrentar los desafíos globales, y la resolución de estas tensiones podría sentar un precedente importante para futuras interacciones entre China y la UE.