La nueva película de Carla Simón, titulada ‘Romería’, ha capturado la atención en el Festival de Cannes 2025, donde se ha presentado junto a otras obras destacadas. Esta película, que se adentra en la biografía familiar de la directora, aborda temas profundos y dolorosos, como la pérdida y el estigma asociado al sida, todo ello a través de la mirada de una joven que busca entender su pasado. La historia se desarrolla en un contexto donde la memoria y la historia personal se entrelazan, ofreciendo una reflexión sobre el dolor y la búsqueda de identidad.
La trama de ‘Romería’ sigue a Marina, interpretada por la debutante Llúcia Garcia, quien tras cumplir 18 años decide emprender un viaje a Vigo con el objetivo de conocer más sobre su padre biológico, a quien apenas conoció, y su madre, que también falleció cuando ella era pequeña. Este viaje no solo es físico, sino también emocional, ya que Marina se enfrenta a los recuerdos silenciados de su familia y a la complejidad de su historia. La película se sitúa a principios de los años 2000, un periodo que contrasta con la infancia de la protagonista y que permite explorar las reverberaciones de un pasado marcado por la tragedia.
El enfoque de Carla Simón en ‘Romería’ es notable por su capacidad para retratar la intimidad de las relaciones familiares y los secretos que a menudo se esconden detrás de una fachada de normalidad. A medida que Marina se adentra en su búsqueda, se encuentra con sus tíos, interpretados por actores como Tristán Ulloa y Miryam Gallego, quienes aportan una gran naturalidad a sus personajes. Las interacciones entre ellos son sutiles y cargadas de emociones no expresadas, lo que refleja la complejidad de las dinámicas familiares donde el afecto se siente, pero no siempre se manifiesta de manera abierta.
A través de la narrativa, Simón logra establecer un diálogo entre ‘Romería’ y otras obras contemporáneas, como ‘Alpha’ de Julia Ducournau, que también aborda la memoria del sida y la heroína en los años 80 desde una perspectiva femenina. Ambas películas comparten un enfoque en la juventud y la búsqueda de la verdad en medio de un pasado doloroso, lo que resuena con la actualidad, especialmente en un momento en que el consumo de sustancias como el fentanilo está en aumento y sus consecuencias son devastadoras para la sociedad.
La cinematografía de ‘Romería’, a cargo de Hélène Louvart, es otro de los aspectos destacados de la película. Las secuencias que muestran la ría y las calles de Vigo están impregnadas de una belleza visual que contrasta con la tristeza de la historia. Marina, quien aspira a ser cineasta, utiliza su cámara digital para documentar su viaje, lo que añade una capa de metanarrativa a la película. A través de sus grabaciones, se escucha la lectura de las páginas del diario de su madre, lo que permite a la audiencia conectar aún más con la búsqueda de identidad de la protagonista y su deseo de reconstruir su historia familiar.
La película también se adentra en el proceso de creación cinematográfica de Marina, lo que refleja el propio viaje de Carla Simón como directora. A medida que la historia avanza, se observa una evolución en la forma en que Simón aborda la autoficción, utilizando actores profesionales y una puesta en escena más definida en comparación con sus trabajos anteriores. Esta evolución se manifiesta en la manera en que se representan los recuerdos de los padres de Marina, mostrando tanto la belleza como la tragedia de su pasado, lo que enriquece la experiencia cinematográfica.
‘Romería’ no solo es una exploración de la memoria familiar, sino también una reflexión sobre el dolor y la belleza que coexisten en la vida. La mirada de Marina, que se clava en los ojos del espectador, revela una historia que, aunque marcada por la tristeza, también está llena de momentos de luz y esperanza. A través de su viaje, la protagonista busca no solo entender su pasado, sino también devolver a la memoria de sus padres los momentos de hermosura que fueron olvidados. Esta dualidad entre la tristeza y la belleza es lo que hace que ‘Romería’ sea una obra conmovedora y relevante en el panorama cinematográfico actual, resonando con las experiencias de muchas personas que han enfrentado la pérdida y el estigma en sus propias vidas.