En un contexto de creciente preocupación por el cambio climático y sus efectos en la vida urbana, València ha implementado una red de refugios climáticos que busca ofrecer alivio a sus ciudadanos durante las olas de calor. Este verano, el ayuntamiento ha habilitado 18 espacios de confort climático gratuitos, casi el doble que el año anterior, como parte de una iniciativa impulsada por la Fundación València Clima i Energía. Estos refugios están ubicados en diversas instalaciones públicas, incluyendo bibliotecas, centros de mayores, museos y otros espacios comunitarios.
### Espacios de Confort Climático en la Ciudad
Los refugios climáticos se han establecido en lugares estratégicos de València, como el Observatorio del Cambio Climático y el barrio del Cabanyal, así como en áreas como Benimaclet, Benicalap, Grao y Malilla. Estos espacios están diseñados para proporcionar un alivio temporal a las altas temperaturas, ofreciendo asientos y puntos de agua fresca donde los ciudadanos pueden descansar. Sin embargo, a pesar de la disponibilidad de estos refugios, muchos ciudadanos aún no están familiarizados con su función. En el Museo de la Ciudad, por ejemplo, se han colocado carteles que identifican el espacio como refugio climático, pero la afluencia de personas sigue siendo baja. Algunos visitantes se acercan con dudas, preguntando si pueden entrar para escapar del calor.
La experiencia en el centro de mayores de Nou Moles refleja una situación similar. Aunque los gestores del centro admiten que no están completamente informados sobre el concepto de refugio climático, han notado un aumento en la asistencia durante los días calurosos. Los usuarios comentan que prefieren estar en el centro que en sus hogares, lo que indica que, aunque el término no sea ampliamente reconocido, la necesidad de estos espacios es evidente.
### La Necesidad de Alternativas al Consumo
A medida que las temperaturas en València continúan aumentando, el ayuntamiento está buscando promover estos refugios como una alternativa a los centros comerciales, donde muchas personas suelen refugiarse del calor. Según Andreu Escrivà, técnico de proyectos ambientales en la Fundación València Clima y Energía, el objetivo es ofrecer un espacio público que no implique consumo. Para atraer a más ciudadanos, se están organizando actividades en algunos de estos refugios, como talleres y proyecciones, que pueden resultar atractivas para las familias y los más jóvenes.
La red de refugios climáticos también está en constante expansión. Se están evaluando nuevos espacios, incluidos grandes parques como la Rambleta y el Jardín del Turia, donde se podrían instalar pérgolas y sistemas de vaporización de agua para crear zonas de sombra y frescura. La idea es que estos refugios no solo sean accesibles, sino que también estén ubicados cerca de las viviendas de los ciudadanos, facilitando su uso.
Es importante destacar que, aunque estos refugios ofrecen un alivio temporal, no están destinados a ser centros de atención médica. En caso de emergencias relacionadas con el calor, como golpes de calor, se recomienda contactar a los servicios de emergencia. Sin embargo, se ha demostrado que pasar media hora en un ambiente climatizado puede ser beneficioso para la salud, ayudando a reducir la temperatura corporal y proporcionando un respiro ante las condiciones extremas.
La iniciativa de refugios climáticos en València no es un concepto nuevo. En otras ciudades, como Barcelona y Zaragoza, ya se han implementado sistemas similares. En Madrid, por ejemplo, se han habilitado refugios climáticos en espacios privados, como el Círculo de Bellas Artes. València, sin embargo, ha optado por utilizar sus propios equipamientos públicos para comenzar esta red, con la intención de ampliarla en el futuro.
El perfil de los usuarios de estos refugios es diverso. Muchas personas no los identifican como refugios climáticos, sino simplemente como espacios agradables donde pueden descansar. Esto sugiere que hay un potencial significativo para aumentar la conciencia sobre estos recursos y su disponibilidad. El concejal de Mejora Climática, Carlos Mundina, ha enfatizado la importancia de estos refugios como una medida preventiva ante el aumento de las temperaturas y como parte de la estrategia de adaptación al cambio climático del consistorio. Esta estrategia tiene como objetivo proteger especialmente a los grupos más vulnerables de la sociedad, incluidos los ancianos, los niños y las personas sin hogar.
A medida que València enfrenta el desafío del cambio climático, la creación y promoción de refugios climáticos se presenta como una respuesta proactiva para garantizar el bienestar de sus ciudadanos durante los meses más calurosos del año. La combinación de espacios públicos accesibles y actividades atractivas puede ayudar a fomentar su uso y a crear una comunidad más resiliente ante el calor extremo.