La reciente comunicación entre Carlos Mazón, presidente de la Generalitat Valenciana, y las asociaciones de víctimas de la Dana del 29 de octubre ha generado un amplio debate y reacciones diversas entre los afectados. Casi siete meses después de la tragedia que dejó huellas profundas en la comunidad, esta llamada ha sido interpretada de diferentes maneras por los grupos que representan a las víctimas. La falta de un compromiso claro y la ausencia de disculpas por parte de Mazón han sido puntos críticos en la conversación.
La llamada de Mazón se produjo un día después de la visita del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a València, donde se reunió con las tres principales asociaciones de víctimas. Este encuentro fue visto como un intento de acercamiento por parte del gobierno regional, aunque las asociaciones han manifestado su descontento con la forma en que se ha manejado la situación. Según fuentes cercanas a las asociaciones, la propuesta de Mazón fue vaga, sin fechas ni formatos concretos, lo que ha llevado a cuestionar la sinceridad de su intención.
### La Resistencia del PP y la Necesidad de una Comparecencia
Uno de los puntos más críticos que surgieron durante la conversación fue la exigencia de las asociaciones de comparecer en la comisión de investigación de las Corts. A pesar de que el Partido Popular (PP) ha afirmado estar «a favor» de las víctimas, se resiste a garantizar su comparecencia. Esta situación ha generado un clima de frustración entre los afectados, quienes sienten que sus voces no están siendo escuchadas adecuadamente.
Las asociaciones han expresado que la llamada de Mazón llegó en un momento en que se sienten deslegitimadas por otros sectores del Consell y del PP. Las críticas hacia las asociaciones, acusándolas de estar politizadas o de tener intereses ajenos a los de las víctimas, han intensificado el malestar. En particular, la portavoz y vicepresidenta Susana Camarero ha sido objeto de críticas por no corregir a Vox, que acusó a las asociaciones de ser «interesados» y no «afectados». Estas palabras han calado hondo en un colectivo que busca reconocimiento y apoyo en su lucha por justicia.
La falta de un compromiso claro por parte de Mazón y el PP ha llevado a las asociaciones a cuestionar la sinceridad de sus intenciones. La percepción de que la llamada fue más un acto de comunicación pública que un verdadero intento de diálogo ha dejado a muchos con un sabor amargo. Las asociaciones han señalado que la conversación no fue más que un intento de Mazón de alinearse con el discurso que ha estado compartiendo en los medios de comunicación, donde asegura estar «a disposición» de las víctimas.
### La Visita a Bruselas y el Contexto Internacional
La situación se complica aún más cuando se considera el contexto internacional en el que se han movido las asociaciones. Tras su visita a Bruselas, donde fueron recibidas por figuras clave como Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, y Roberta Metsola, presidenta del Parlamento Europeo, las asociaciones han elevado su voz en busca de apoyo y reconocimiento a nivel europeo. Este viaje ha sido interpretado como un intento de llevar su lucha más allá de las fronteras españolas, buscando que la comunidad internacional preste atención a su situación.
La reunión con líderes europeos ha puesto de manifiesto la gravedad de la situación en la que se encuentran las víctimas de la Dana. La falta de respuesta efectiva por parte de las autoridades locales ha llevado a las asociaciones a buscar aliados en el ámbito internacional, lo que podría tener repercusiones significativas en la forma en que se aborda la crisis en el futuro.
El hecho de que Mazón haya contactado a las asociaciones justo después de su gira por Bruselas ha sido visto como un intento de recuperar terreno perdido. Sin embargo, la falta de un compromiso claro y la ausencia de disculpas han dejado a muchos con la sensación de que el gobierno regional aún no comprende la magnitud del sufrimiento que han experimentado las víctimas.
Las asociaciones de víctimas de la Dana del 29 de octubre continúan luchando por su reconocimiento y por la justicia que merecen. A medida que se desarrollan los acontecimientos, es crucial que se escuche su voz y que se tomen medidas concretas para abordar sus demandas. La situación actual es un recordatorio de que la política no puede ignorar el sufrimiento humano y que es fundamental que las autoridades actúen con responsabilidad y empatía hacia aquellos que han sido afectados por esta tragedia.