La reciente elección del cardenal Robert Francis Prevost como el primer Papa estadounidense, bajo el nombre de León XIV, ha generado una ola de reacciones a nivel mundial. Desde líderes políticos hasta figuras religiosas, todos han expresado sus deseos y expectativas sobre el nuevo pontificado, que se considera un hito en la historia de la Iglesia Católica y un símbolo de esperanza en tiempos de crisis global.
La primera reacción notable provino del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien calificó el nombramiento como un «gran honor» para el país. En un mensaje publicado en su red social, Trump expresó su entusiasmo por la elección de un Papa estadounidense, subrayando la importancia de este evento para la nación. «Estoy deseando encontrarme con el Papa León XIV. ¡Será un momento muy significativo!», afirmó el mandatario, destacando la relevancia de la figura papal en el contexto político y social actual.
Por su parte, el presidente ucraniano Volodímir Zelenski también se unió a las felicitaciones, esperando que el nuevo Papa continúe brindando apoyo moral y espiritual a Ucrania, especialmente en el contexto de la guerra con Rusia. Zelenski agradeció al Vaticano por su postura firme en la defensa de la ley internacional y los derechos humanos, lo que refleja la importancia del liderazgo espiritual en tiempos de conflicto.
**Expectativas de los Líderes Europeos**
En Europa, la elección de León XIV fue recibida con optimismo por parte de varios líderes. Los presidentes de las repúblicas bálticas, que se encuentran en una posición geopolítica delicada debido a la agresión rusa, expresaron sus deseos de que el nuevo pontificado contribuya a la paz en la región. El presidente letón, Edgars Rinkevics, deseó a Su Santidad un pontificado exitoso, mientras que su homólogo estonio, Alar Karis, enfatizó la necesidad de sabiduría y fortaleza en la búsqueda de la paz.
Desde Bruselas, los líderes de la Unión Europea también felicitaron al nuevo Papa, destacando la disposición de la UE para colaborar con la Santa Sede en la resolución de desafíos globales. Ursula von der Leyen y Antonio Costa manifestaron su esperanza de que el pontificado de León XIV inspire un diálogo constructivo y fomente la dignidad humana en todo el mundo.
El presidente francés Emmanuel Macron, en un mensaje de confianza, expresó su deseo de que el nuevo Papa sea un portador de paz y esperanza. En el Reino Unido, el primer ministro Keir Starmer subrayó la importancia del nuevo pontífice en la lucha contra el cambio climático y la promoción de la justicia social, considerándolo un momento trascendental para la Iglesia y el mundo.
**Celebraciones en América Latina**
La elección de León XIV también fue celebrada con gran entusiasmo en América Latina, donde el nuevo Papa ha mantenido una estrecha relación con los fieles. En Perú, su país natal, la prensa destacó su cercanía con la comunidad y su compromiso con proyectos innovadores. Sin embargo, su trayectoria no ha estado exenta de controversias, ya que una denuncia de abuso sexual infantil en su pasado ha generado preocupación entre algunos sectores.
En Argentina, aunque no hubo declaraciones oficiales desde la Iglesia, se percibió un ambiente de beneplácito por su nombramiento, especialmente por su experiencia en la región y su disposición a continuar el legado de su predecesor, el Papa Francisco. El presidente argentino, Javier Milei, también se unió a las felicitaciones, vinculando el nombre elegido por Prevost con el apodo que utilizan algunos libertarios, lo que añade un matiz político a la celebración.
**Reacciones desde Oriente Próximo y Rusia**
Las felicitaciones desde Oriente Próximo llegaron con un poco de retraso. El presidente israelí, Isaac Herzog, expresó su esperanza de que el nuevo Papa contribuya a mejorar las relaciones entre Israel y la Santa Sede, así como a fomentar el entendimiento entre judíos y cristianos. Herzog hizo hincapié en la necesidad de construir puentes y promover la paz en la región, un deseo que contrasta con las tensiones que existieron durante el papado de Francisco.
Desde Rusia, el presidente Vladimir Putin también felicitó a León XIV, señalando su deseo de establecer un diálogo constructivo entre el Kremlin y el Vaticano. Esta declaración es significativa, dado el historial de relaciones tensas entre la Iglesia ortodoxa rusa y la Santa Sede.
La elección de León XIV como el primer Papa estadounidense ha marcado un nuevo capítulo en la historia de la Iglesia Católica, generando expectativas y esperanzas en un mundo que enfrenta múltiples desafíos. Las reacciones globales reflejan la importancia de la figura papal no solo en el ámbito religioso, sino también en el contexto político y social actual, donde la paz, la justicia y el diálogo son más necesarios que nunca.