La figura de Miriam González Durántez ha cobrado relevancia en el panorama político español, especialmente en un contexto donde la corrupción y el clientelismo parecen ser la norma. Nacida en Olmedo, Valladolid, esta abogada especializada en comercio internacional ha decidido tomar las riendas de una situación que considera insostenible. Con un código ético en mano y una plataforma llamada «España Mejor», González se presenta como una voz crítica que busca transformar el sistema político desde sus cimientos.
### La Llamada a la Regeneración del Sistema
Miriam González ha sido clara en su mensaje: el sistema político español necesita una limpieza profunda. Su propuesta incluye un conjunto de 99 medidas que buscan erradicar la corrupción y los conflictos de interés que han plagado la política en las últimas décadas. En sus propias palabras, «no hay reforma ni modernización posible sin aplicar antes un contundente plan de medidas éticas». Esta declaración refleja su convicción de que la ética debe estar por encima de la legalidad, un principio que considera fundamental para cualquier democracia que aspire a ser justa y transparente.
La abogada ha señalado que la corrupción no es un problema exclusivo de un partido político, sino que es un fenómeno que ha permeado todos los niveles del sistema. «La putrefacción acumulada en estos cuarenta años de democracia no deja avanzar al país», afirma. Esta crítica se enmarca en un contexto donde muchos ciudadanos se sienten desilusionados y desconectados de sus representantes, lo que ha llevado a un aumento del antisistema entre los jóvenes.
González ha trabajado en el pasado como asesora de la Comisión Europea y ha vivido en el Reino Unido, donde ha podido observar de cerca cómo funcionan los mecanismos de control ético en la política. Su experiencia le ha permitido identificar las diferencias entre los estándares éticos en España y en otros países europeos, donde los conflictos de interés son tratados con mayor rigor. «En España, a los políticos se les rinde pleitesía cuando llegan a los eventos. Hay que acabar con esa costumbre», sostiene.
### La Influencia de su Trayectoria Personal
La vida de Miriam González ha estado marcada por su compromiso con la educación y la igualdad. Fundadora de la organización «Inspiring Girls», que busca conectar a las jóvenes con referentes femeninos en distintos sectores, ha dedicado gran parte de su carrera a empoderar a las nuevas generaciones. Esta labor se ha extendido a más de cuarenta países, reflejando su deseo de ver un cambio real en la sociedad.
González también ha sido una voz crítica sobre la situación de las mujeres en la política y en el ámbito laboral. Su experiencia como vice primera dama del Reino Unido, al estar casada con Nick Clegg, le ha proporcionado una perspectiva única sobre los desafíos que enfrentan las mujeres en posiciones de poder. «La política le persigue», bromea, pero también reconoce que su trayectoria le ha otorgado una plataforma desde la cual abogar por un cambio significativo.
En su visión, la política debe ser un espacio donde se prioricen los intereses de la ciudadanía por encima de los intereses personales de los políticos. «La Constitución no dice en ningún lado que los políticos se repartan los jueces como si fueran cromos», critica, enfatizando la necesidad de un sistema más transparente y responsable.
González ha manifestado su intención de lanzar un partido político si los partidos tradicionales no se comprometen a regenerar las instituciones. Esta declaración ha generado un gran interés y especulación sobre su futuro en la política española. La abogada ha dejado claro que no busca la visibilidad por el mero hecho de ser visible, sino que su objetivo es transformar el sistema desde dentro.
La propuesta de Miriam González es ambiciosa y desafiante, pero también refleja un profundo deseo de cambio en un país que ha visto cómo la corrupción ha socavado la confianza en sus instituciones. Su llamado a la acción resuena en un momento en que muchos ciudadanos buscan alternativas a un sistema que consideran fallido. Con su código ético y su plataforma, González se presenta como una figura clave en la búsqueda de una política más ética y responsable en España.