Las calles de varias ciudades españolas se llenaron de manifestantes este sábado, en una jornada marcada por la condena al conflicto en Gaza y el apoyo a la causa palestina. Decenas de miles de personas se unieron en Madrid, Barcelona, Valencia y Sevilla para expresar su rechazo al «genocidio» en Gaza y exigir al Gobierno español que rompa relaciones diplomáticas y económicas con Israel. Las manifestaciones se producen en un contexto de creciente tensión internacional, donde el plan de paz propuesto por Donald Trump ha sido recibido con escepticismo por muchos activistas y organizaciones sociales.
En Madrid, la manifestación comenzó a las 18:00 horas y reunió a aproximadamente 92,000 personas, según estimaciones de los organizadores. Los asistentes portaban pancartas y gritaron consignas pidiendo un alto al fuego inmediato, la retirada de las tropas israelíes de Gaza y la entrada de ayuda humanitaria en la región. Las voces de los manifestantes se unieron en un clamor por el fin de la ocupación de Cisjordania y la defensa del derecho de autodeterminación del pueblo palestino.
La jornada de protestas comenzó en Barcelona, donde más de 70,000 personas, según la Guardia Urbana, se manifestaron en contra de las acciones de Israel. Los organizadores de la protesta en la capital catalana afirmaron que el número real de asistentes superó las 300,000. En ambas ciudades, los manifestantes criticaron la postura del Gobierno español y de la Unión Europea, acusándolos de ser cómplices de las acciones israelíes al no tomar medidas más contundentes.
Las organizaciones que convocaron las manifestaciones también hicieron un llamado a la liberación de los activistas de la Global Sumud Flotilla, quienes fueron detenidos por Israel. En sus discursos, los líderes de las protestas enfatizaron que el plan de paz de Trump no respeta el derecho de autodeterminación de los palestinos, y que cualquier solución debe incluir la voz y el consentimiento del pueblo palestino.
El portavoz de Madrid con Palestina, Ibrahim Zaytouni, subrayó que la propuesta de Trump viola la legislación internacional y que no se puede hablar de una solución de uno, dos o tres Estados sin antes abordar la descolonización de Palestina. «No tiene sentido que líderes internacionales discutan el futuro de Palestina sin incluir a los palestinos en la conversación», afirmó Zaytouni.
Por su parte, la presidenta de la Asociación Hispano Palestina Jerusalén, Saida Ghodaieh, exigió que los responsables de crímenes de guerra sean llevados ante la justicia y recordó que Israel ha incumplido acuerdos previos. La necesidad de aplicar sanciones contra Israel fue un tema recurrente entre los oradores, quienes instaron al Gobierno español a implementar un embargo total de armas, considerando insuficiente el Real Decreto que se someterá a votación en el Congreso.
La manifestación también puso de relieve las divisiones dentro del Gobierno español, especialmente entre los partidos de izquierda. La ministra de Sanidad, Mónica García, y la coordinadora de Sumar, Lara Hernández, enfatizaron la importancia de que una mayoría en el Congreso apoye el embargo propuesto. Sin embargo, la postura crítica de algunos partidos, como Podemos y ERC, podría complicar la aprobación de la medida.
Durante la protesta, Lara Hernández advirtió que aquellos que no apoyen el embargo serán considerados cómplices de la «barbarie» y el «genocidio». Ione Belarra, secretaria general de Podemos, criticó al Gobierno por no condenar el secuestro de los tripulantes españoles de la flotilla y pidió una ruptura total de relaciones con Israel. «Las relaciones armamentísticas entre España e Israel han sido las más abundantes en nuestra historia, tanto en términos de dinero como de contratos, durante estos 23 meses de genocidio», afirmó Belarra.
Las manifestaciones de este sábado reflejan un creciente descontento social en España respecto a la política exterior del Gobierno y su relación con Israel. A medida que el conflicto en Gaza continúa, es probable que las protestas y el activismo en apoyo a Palestina sigan ganando fuerza en el país. La presión sobre el Gobierno español para que tome una postura más firme en este asunto no muestra signos de disminuir, y las voces de los manifestantes resuenan con un mensaje claro: la paz en Gaza es una prioridad que no puede ser ignorada.