El turismo es una de las principales fuentes de ingresos para muchos países europeos, pero también puede traer consigo una serie de problemas asociados a la masificación. Un reciente estudio realizado por un portal británico ha revelado cuáles son los destinos más masificados de Europa, basándose en la presión turística, que se mide por el número de turistas por cada 1.000 habitantes. Este fenómeno, conocido como ‘sobreturismo’, ha generado preocupaciones sobre el impacto que tiene en la calidad de vida de los residentes y en la sostenibilidad de los destinos turísticos.
La investigación se centra en dos indicadores clave: la presión turística y el número total de pernoctaciones. La presión turística se refiere a la cantidad de turistas que visitan un lugar en comparación con su población residente, mientras que las pernoctaciones indican cuántas noches pasan los turistas en una región. Estos datos son fundamentales para entender el impacto del turismo en las comunidades locales.
Entre los destinos más masificados, Grecia destaca con varias de sus islas en la lista. Zante, por ejemplo, tiene una impresionante cifra de 149.886 turistas por cada 1.000 habitantes. Esta cifra revela la magnitud del turismo en la isla y plantea preguntas sobre cómo se puede gestionar de manera sostenible. Istria, en Croacia, ocupa el segundo lugar con 133.466 turistas por cada 1.000 residentes, lo que también indica un alto nivel de saturación.
En España, Fuerteventura y Lanzarote se encuentran entre los destinos más masificados, con 118.720 y 117.785 turistas por cada 1.000 habitantes, respectivamente. Estas cifras son sorprendentes, ya que muchos podrían pensar que otros destinos más conocidos, como Barcelona o Madrid, serían los más afectados por el sobreturismo. Sin embargo, el estudio revela que las islas canarias están experimentando una presión turística significativa.
Las Islas del Dodecaneso en Grecia, con 113.790 turistas por cada 1.000 habitantes, y Tirol en Austria, con 112.716, también se encuentran en la lista. Estos lugares son populares por sus paisajes naturales y su oferta cultural, pero la afluencia masiva de turistas puede afectar la calidad de vida de los residentes y la experiencia de los propios visitantes.
El estudio también menciona otras regiones como Pinzgau-Pongau en Austria (109.009 turistas por cada 1.000 habitantes) y las Islas Cícladas, que incluyen destinos icónicos como Mykonos y Santorini, con 104.152 turistas. Corfú y Außerfern, también en Austria, completan la lista con cifras de 100.079 y 97.299 turistas por cada 1.000 habitantes, respectivamente.
Rory Boland, editor de Which? Travel, ha comentado sobre los hallazgos del estudio, señalando que el turismo excesivo ha saturado algunos de los destinos más populares de Europa. Boland sugiere que los viajeros consideren alternativas menos concurridas para disfrutar de unas vacaciones más placenteras. Por ejemplo, menciona Estonia como un destino atractivo con impresionantes costas y un clima cálido en verano. Para aquellos que prefieren quedarse en España, Murcia se presenta como una excelente opción, alejada de las multitudes.
La masificación turística no solo afecta a los residentes, sino que también puede deteriorar la experiencia del viajero. Las largas colas, la falta de disponibilidad en alojamientos y el aumento de precios son solo algunas de las consecuencias que pueden surgir en destinos saturados. Además, la presión sobre los recursos locales, como el agua y la infraestructura, puede llevar a problemas de sostenibilidad a largo plazo.
Ante esta situación, es crucial que tanto los gobiernos como los turistas tomen medidas para mitigar el impacto del sobreturismo. La promoción de destinos alternativos, la regulación del número de visitantes en lugares populares y la concienciación sobre el turismo responsable son pasos importantes hacia un futuro más sostenible para el sector turístico en Europa. Al final, la clave está en encontrar un equilibrio que permita disfrutar de la riqueza cultural y natural de Europa sin comprometer la calidad de vida de sus habitantes ni la experiencia de los visitantes.