La hipertensión es una afección que afecta a millones de personas en España, y un número significativo de estos pacientes también experimenta trastornos respiratorios durante el sueño, siendo la apnea obstructiva del sueño uno de los más comunes. Este fenómeno ha llevado a los investigadores a explorar la conexión entre la apnea del sueño y la hipertensión, abriendo nuevas vías para el tratamiento y la prevención de enfermedades cardiovasculares.
La apnea del sueño es un trastorno que se caracteriza por episodios repetidos de obstrucción de las vías respiratorias durante el sueño, lo que provoca pausas en la respiración. Se estima que entre el 6% y el 8% de la población sufre de este trastorno, y su prevalencia aumenta con la edad. En personas mayores de 65 años, la tasa de apnea severa puede alcanzar hasta el 26% en hombres y el 21% en mujeres. Este trastorno no solo afecta la calidad del sueño, sino que también está asociado con un mayor riesgo de hipertensión, infartos y otras complicaciones cardiovasculares.
Un estudio reciente, denominado «Impacto del manejo de los trastornos respiratorios durante el sueño en el control de la hipertensión sistémica: Metasleep», busca investigar esta relación de manera más profunda. Este proyecto multicéntrico, liderado por el Institut de Recerca Biomèdica (IRB) de Lleida, involucra a un millar de pacientes de diversas comunidades autónomas, incluyendo un grupo significativo de Alicante. El objetivo es evaluar cómo el tratamiento de los trastornos respiratorios del sueño puede influir en el control de la hipertensión arterial.
Los médicos participantes en este estudio han observado que un alto porcentaje de pacientes hipertensos también presenta apnea del sueño, aunque la relación exacta entre ambas condiciones no está completamente comprendida. El doctor Eusebi Chiner, director de la Unidad del Sueño del Hospital de Sant Joan, explica que el estudio de sueño realizado a los pacientes es fundamental para determinar la prevalencia de la apnea en aquellos con hipertensión. Esto podría permitir un enfoque más integral en el tratamiento de la hipertensión, abordando simultáneamente los trastornos respiratorios.
Para llevar a cabo el estudio, se realizan diversas pruebas diagnósticas, incluyendo extracciones de sangre y orina, así como la monitorización ambulatoria de la presión arterial. Esta última permite medir la tensión arterial de los pacientes de manera continua durante un periodo de 24 horas, lo que proporciona una visión más precisa de su estado de salud. Además, se utilizan dispositivos como el WatchPat, que mide el porcentaje de oxígeno en la sangre durante el sueño, y un «sleep analyzer», que registra los ciclos de sueño y otros parámetros relevantes.
Los resultados preliminares han sido alentadores. Una paciente que participa en el estudio compartió su experiencia, destacando una notable reducción en el número de apneas por hora, de 111 a entre 0 y 4, gracias a la intervención y el seguimiento médico. Este tipo de testimonios subraya la importancia de la investigación en el manejo de la apnea del sueño y su impacto en la salud cardiovascular.
La apnea del sueño no solo afecta la calidad de vida de quienes la padecen, sino que también está relacionada con un aumento en la tasa de mortalidad. La falta de oxígeno durante la noche puede provocar un incremento en la presión arterial y contribuir a la hipercoagulabilidad de la sangre, lo que a su vez eleva el riesgo de infartos y accidentes cerebrovasculares. Por lo tanto, abordar la apnea del sueño podría ser un paso crucial en la prevención de enfermedades cardiovasculares.
El estudio Metasleep se espera que cierre el reclutamiento de pacientes a finales de este año, y se anticipa que las conclusiones y publicaciones resultantes se presenten en 2026. Este tipo de investigaciones son esenciales para entender mejor la relación entre la apnea del sueño y la hipertensión, y para desarrollar estrategias de tratamiento más efectivas que puedan mejorar la salud de millones de personas en España y en todo el mundo.
La interconexión entre la apnea del sueño y la hipertensión resalta la necesidad de una atención médica integral que considere todos los aspectos de la salud del paciente. A medida que se avanza en la investigación, es fundamental que tanto los médicos como los pacientes estén informados sobre la importancia de un sueño de calidad y su impacto en la salud cardiovascular. La prevención y el tratamiento de la apnea del sueño no solo pueden mejorar la calidad de vida, sino que también pueden ser una herramienta clave en la lucha contra las enfermedades cardiovasculares.