La industria del cine y la televisión ha experimentado cambios significativos en la forma en que se abordan las escenas de sexo y desnudez. En un contexto donde la representación de la intimidad se ha vuelto un tema de discusión crucial, la figura del coordinador de intimidad ha emergido como un elemento esencial en la producción audiovisual. Este artículo explora el papel de estos profesionales, su impacto en la seguridad de los actores y la evolución de las prácticas en el rodaje de escenas íntimas.
La reciente presentación del nuevo Estatuto del Artista ha puesto de relieve la necesidad de una coordinación de intimidad en la preparación y rodaje de escenas de sexo. Este movimiento ha sido impulsado por la creciente preocupación por el bienestar de los actores y la necesidad de crear un ambiente seguro durante el rodaje. La figura del coordinador de intimidad, que ha ganado popularidad en la última década, se ha convertido en un estándar en producciones de cine, televisión y teatro.
La pionera en este campo, Alicia Rodis, fundó en 2016 la organización Intimacy Directors International con el objetivo de establecer prácticas seguras y consensuadas para la representación de escenas sexuales. Su trabajo ha sido reconocido por grandes plataformas de contenido, como HBO, que decidió incorporar coordinadores de intimidad en todas sus producciones tras la exitosa experiencia en la serie ‘The Deuce’. Esta serie, que explora el auge del porno en Nueva York en los años setenta, fue una de las primeras en contar con un coordinador de intimidad, marcando un precedente en la industria.
La función principal de un coordinador de intimidad es garantizar la seguridad y el bienestar de todos los involucrados en la filmación de escenas íntimas. Esto incluye tanto a los actores como al equipo técnico. La coordinadora de intimidad británica Ita O’Brien, reconocida por su trabajo en series como ‘Normal People’ y ‘Sex Education’, ha destacado la importancia de crear un espacio seguro donde los actores puedan expresar sus preocupaciones y establecer límites claros. Esto permite abordar temas delicados como la explotación y el abuso de poder en un entorno profesional.
El proceso de coordinación de intimidad comienza en la fase de preproducción, donde se lleva a cabo una lectura conjunta de las escenas de intimidad con los actores. Durante estas reuniones, se discuten las inquietudes de los intérpretes y se establecen límites claros con los representantes y realizadores. Posteriormente, se coreografían los movimientos que se llevarán a cabo durante la escena, teniendo en cuenta los ángulos de cámara y las barreras de protección necesarias para evitar el contacto directo.
Cuando llega el momento del rodaje, el coordinador de intimidad está presente con un kit básico que incluye prendas de intimidad, rodilleras, lubricantes y otros elementos que aseguran la comodidad y seguridad de los actores. Este enfoque metódico contrasta con las prácticas tradicionales, donde la falta de preparación y la presión del entorno podían llevar a situaciones incómodas o incluso abusivas.
Históricamente, las escenas de sexo en el cine se han rodado en un ambiente de improvisación y, a menudo, con un equipo técnico reducido. Esto ha llevado a que muchos actores, especialmente aquellos que eran menos conocidos o carecían de poder en la industria, se sintieran vulnerables y desprotegidos. Testimonios de actrices han revelado experiencias traumáticas en rodajes donde la falta de un coordinador de intimidad resultó en situaciones incómodas o abusivas. La frase de Rodis, «Si no le das a alguien un mapa, una salida o una voz, simplemente pides a los actores que se restrieguen y se enrollen», resume la necesidad de un enfoque más estructurado y respetuoso en la representación de la intimidad.
La implementación de coordinadores de intimidad no solo busca proteger a los actores, sino también enriquecer la narrativa de las obras. Al establecer un marco claro para las escenas de sexo, se permite a los actores contar una historia a través de sus movimientos, en lugar de simplemente actuar de manera desinhibida. Esto no solo mejora la calidad de la producción, sino que también contribuye a un ambiente de trabajo más saludable y respetuoso.
La creciente aceptación de los coordinadores de intimidad en la industria audiovisual refleja un cambio cultural más amplio hacia la protección y el respeto en el lugar de trabajo. A medida que más producciones adoptan estas prácticas, se espera que la representación de la intimidad en el cine y la televisión evolucione hacia un enfoque más consciente y responsable, donde la seguridad y el bienestar de los actores sean siempre una prioridad. Este cambio no solo beneficia a los intérpretes, sino que también enriquece la experiencia del público al ofrecer representaciones más auténticas y respetuosas de la intimidad humana.