La situación en Gaza ha suscitado un intenso debate sobre la naturaleza de las acciones militares de Israel y su posible calificación como genocidio. Raz Segal, un académico judío israelí y profesor de Estudios del Genocidio Moderno en la Universidad de Stockton, ha sido una de las voces más destacadas en este debate. Segal no duda en calificar la ofensiva israelí en Gaza como genocidio, afirmando que «no hay controversia alguna» y que los hechos han sido evidentes durante los últimos 19 meses. Esta afirmación ha sido respaldada por varios expertos en genocidio que han publicado sus análisis en la revista Journal of Genocide Research, donde se concluye que las acciones de Israel podrían considerarse genocidas o al menos como violencia genocida.
La Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio de la ONU define el genocidio como cualquier acto perpetrado con la intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso. Entre los actos que se consideran genocidio se incluyen la matanza de miembros del grupo, la lesión grave a su integridad física o mental, y el sometimiento intencional a condiciones de existencia que puedan acarrear su destrucción. Segal argumenta que en Gaza se cumplen tanto los hechos como la intención genocida, citando cifras alarmantes sobre el número de muertos, que oficialmente se sitúa en 53,000, de los cuales 16,000 son niños. Esta cifra es especialmente significativa, ya que en otros casos de genocidio, como el de la comunidad rohinya en Myanmar, los ataques a niños han sido utilizados como argumento para calificar las acciones como genocidio.
Además de las cifras de muertos, Segal destaca la destrucción de la infraestructura necesaria para la vida en Gaza, donde se estima que el 70% de los edificios han sido destruidos, incluyendo panaderías, campos de cultivo, y centros culturales como universidades y mezquitas. Esta devastación no solo afecta la vida cotidiana de los habitantes de Gaza, sino que también plantea serias preguntas sobre la intención detrás de las acciones militares de Israel.
Las declaraciones de líderes israelíes también han sido objeto de análisis en este contexto. Por ejemplo, el ministro de Defensa, Israel Katz, advirtió que los residentes de Gaza «pagarán el precio» si no devuelven a los rehenes y eliminan a Hamás. Estas palabras han sido interpretadas por algunos como una clara indicación de una intención genocida. Otros líderes, como el primer ministro Benjamín Netanyahu, han hecho comentarios que sugieren que toda la población de Gaza es responsable de las acciones de Hamás, lo que ha llevado a un clima de deshumanización hacia los palestinos.
Sin embargo, no todos los académicos y analistas están de acuerdo con la caracterización de las acciones de Israel como genocidio. Ben-Dror Yemini, un historiador y periodista israelí, sostiene que las declaraciones de los líderes políticos no son suficientes para demostrar una intención genocida. Yemini argumenta que, aunque hay una coalición de ultraderecha en el gobierno israelí, estas voces no representan a todo el país ni a su ejército. Además, cuestiona las cifras de muertos proporcionadas por Hamás y defiende que Israel actúa en defensa propia contra el terrorismo.
La discusión sobre si las acciones de Israel constituyen genocidio también se ha visto influenciada por el contexto histórico y político. Algunos críticos señalan que, a lo largo de la historia, las acciones militares en conflictos han sido calificadas de diferentes maneras dependiendo de la narrativa política. Por ejemplo, se plantea la pregunta de si los bombardeos aliados sobre ciudades alemanas durante la Segunda Guerra Mundial podrían considerarse genocidio. Esta comparación resalta la complejidad de la definición de genocidio y cómo puede ser interpretada de diferentes maneras según el contexto.
La Corte Internacional de Justicia ha considerado «plausible» que las acciones de Israel en Gaza puedan constituir genocidio, lo que ha llevado a un llamado a tomar medidas para prevenir actos genocidas y permitir la entrada de ayuda humanitaria. Sin embargo, la situación en el terreno no ha cambiado significativamente, y muchos académicos continúan debatiendo la naturaleza de las acciones de Israel. Algunos, como el profesor Dirk Moses, han comenzado a hablar de una «mezcla de lógica genocida y militar» en la estrategia israelí.
A medida que el debate continúa, la comunidad académica se enfrenta a la difícil tarea de definir y clasificar lo que está ocurriendo en Gaza. La resolución definitiva sobre si las acciones de Israel constituyen genocidio probablemente dependerá de la decisión de la Corte Internacional de Justicia, un proceso que podría tardar varios años. Mientras tanto, las voces a favor y en contra de esta caracterización seguirán resonando en el ámbito académico y político, reflejando la complejidad y la gravedad de la situación en Gaza.