La reciente comparecencia de Miguel Polo, presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), ante la jueza y el fiscal en relación con la devastadora dana del 29 de octubre ha generado un gran interés y expectativa. Esta reunión, que tuvo lugar en diciembre, marca un momento crucial en la investigación sobre las responsabilidades que rodean a este trágico evento que dejó a 202 personas fallecidas y a muchas más afectadas en la cuenca del barranco del Poyo.
La comparecencia de Polo se produce tras un largo silencio de más de diez meses, durante los cuales el presidente de la CHJ no había realizado declaraciones públicas significativas. Aunque había ofrecido algunas explicaciones en reuniones internas y encuentros con ayuntamientos, su falta de comunicación con los medios había alimentado la curiosidad y la especulación sobre su papel en la gestión de la crisis. La presión sobre Polo se intensificó debido a las acusaciones de un «apagón informativo» por parte de la CHJ, lo que llevó a algunas partes a solicitar su imputación. Sin embargo, la jueza ha desestimado estas solicitudes, lo que ha permitido que Polo comparezca como testigo, lo que implica que está obligado a decir la verdad.
### El Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH)
Uno de los puntos más críticos que Polo deberá abordar es el funcionamiento del Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH), que ha sido objeto de controversia. Este sistema, diseñado para observar y reportar datos sobre la pluviometría y los caudales, ha sido defendido por Polo como una herramienta esencial para la gestión de emergencias. Según informes, el SAIH no es un sistema de predicción, sino un sistema de observación que permite captar y transmitir datos sobre el estado pluviohidrológico de la cuenca.
Durante la jornada del 29 de octubre, el SAIH envió un total de 198 correos electrónicos al Centro de Coordinación de Emergencias, lo que sugiere que se estaban realizando esfuerzos para informar sobre las condiciones climáticas. Sin embargo, se ha criticado que Polo y otros responsables no advirtieron adecuadamente sobre el incremento del caudal en el barranco del Poyo, centrándose en otros aspectos como el pantano de Forata. Esta falta de atención a la pluviometría y a los caudales en el momento crítico ha sido un tema recurrente en las acusaciones contra la CHJ.
La magistrada de Catarroja ha señalado que la ausencia de información sobre el caudal del barranco del Poyo no puede ser atribuida a la CHJ, ya que se han presentado correos que demuestran que se enviaron alertas durante el periodo en cuestión. Sin embargo, la falta de un sistema de predicción efectivo ha sido un punto de crítica, y Polo deberá explicar por qué no se ha implementado un sistema de alerta temprana (SAT) que podría haber mejorado la capacidad de respuesta ante la emergencia.
### Las Obras Pendientes y su Impacto
Otro aspecto que Polo deberá aclarar es el estado de las obras pendientes en la cuenca del barranco del Poyo. Desde 2011, se han planificado diversas obras para mejorar la capacidad de drenaje y prevenir inundaciones, pero muchas de ellas aún no se han llevado a cabo. Expertos en gestión de riesgos naturales han señalado que la falta de estas obras ha contribuido a la magnitud de la tragedia del 29 de octubre.
Se estima que la suma de los barrancos de la Saleta, Poyo, Gallego y Horteta alcanzó un caudal de 5,000 m³ por segundo durante la tormenta, mientras que las obras proyectadas solo tienen una capacidad de 2,200 m³/s. Esto plantea la pregunta de si la tragedia podría haberse evitado o al menos mitigado si las obras se hubieran completado a tiempo. Además, se ha argumentado que las canalizaciones existentes no han sido efectivas, lo que ha llevado a cuestionar la planificación y ejecución de las obras en la región.
La comparecencia de Miguel Polo ante la jueza y el fiscal es un momento decisivo en la investigación sobre la dana del 29 de octubre. Las respuestas que proporcione sobre el funcionamiento del SAIH, la gestión de la información y el estado de las obras pendientes serán fundamentales para entender las responsabilidades en este trágico evento. La presión sobre Polo y la CHJ continúa, y la sociedad espera respuestas claras y contundentes que puedan arrojar luz sobre lo ocurrido y ayudar a prevenir futuras tragedias.
