En la región de Cantabria, al sur de España, se encuentra un impresionante monumento que emerge de las aguas del embalse del Ebro en momentos de sequía: la Catedral de los Peces, también conocida como la Iglesia de San Roque. Este singular campanario, que se asoma a la superficie del embalse, atrae a numerosos visitantes que desean contemplar su belleza y la historia que encierra.
La Catedral de los Peces fue construida a finales del siglo XIX en el pequeño pueblo de Villanueva de Las Rozas, que forma parte del municipio de Las Rozas de Valdearroyo. Originalmente, esta iglesia fue concebida como un centro espiritual para la comunidad local, pero su destino cambió drásticamente con la construcción del embalse del Ebro durante la dictadura franquista. Inaugurado en 1952, el embalse inundó varios pueblos y tierras agrícolas, dejando a la Iglesia de San Roque y otros edificios históricos bajo el agua.
Sin embargo, la altura de la torre de la iglesia permite que, en épocas de bajo nivel de agua, esta vuelva a ser visible. Este fenómeno ha convertido a la Catedral de los Peces en un atractivo turístico, ya que los visitantes pueden acceder a ella y explorar su interior. Para llegar a la torre, es necesario cruzar una pasarela de madera de 50 metros que conecta la tierra firme con la entrada del campanario. Una vez dentro, los aventureros pueden subir por una escalera de caracol hasta la cima del campanil, donde se ofrecen vistas panorámicas del embalse del Ebro y sus alrededores.
El embalse del Ebro es uno de los más grandes del norte de España y se encuentra en la comarca de Campoo-Los Valles, un área protegida por su importancia medioambiental. Este entorno natural no solo es un refugio para la flora y fauna local, sino que también ofrece a los visitantes la oportunidad de disfrutar de actividades al aire libre, como senderismo y observación de aves. La belleza del paisaje, combinado con la historia de la Catedral de los Peces, hace que esta zona sea un destino ideal para aquellos que buscan una experiencia única.
Para quienes deseen visitar la Catedral de los Peces, el acceso es relativamente sencillo. Desde la ciudad de Santander, se puede tomar la A-67 en dirección a Reinosa y luego seguir la sinuosa CA-730, que discurre paralela al embalse. El trayecto dura aproximadamente una hora y ofrece vistas espectaculares del paisaje cántabro. A medida que se acerca a Villanueva de Las Rozas, los visitantes pueden sentir la emoción de ver cómo la torre de la iglesia se asoma entre las aguas del embalse, un recordatorio de la historia y la cultura que una vez florecieron en esta región.
La Catedral de los Peces no solo es un símbolo de la historia local, sino que también representa la resiliencia de las comunidades que han sido afectadas por la construcción de embalses y otras infraestructuras. A pesar de haber sido sumergida durante décadas, la iglesia sigue siendo un punto de interés y un lugar de reflexión sobre el pasado y el presente de la región.
En resumen, la Catedral de los Peces es un ejemplo fascinante de cómo la naturaleza y la historia pueden entrelazarse de maneras inesperadas. Su aparición en la superficie del embalse del Ebro ofrece a los visitantes una oportunidad única para explorar un monumento que ha resistido el paso del tiempo y las adversidades. La combinación de su belleza arquitectónica, su historia rica y el entorno natural que la rodea la convierten en un destino imperdible para quienes visitan Cantabria.