La cineasta francesa Julia Ducournau ha vuelto a captar la atención del mundo del cine con su nueva película, ‘Alpha’, presentada en el Festival de Cannes 2025. Tras el éxito rotundo de su anterior obra, ‘Titane’, que le valió la Palma de Oro en 2021, las expectativas eran altas. Sin embargo, Ducournau ha demostrado que no se deja llevar por la presión y ha optado por un enfoque diferente, explorando temas profundos y personales a través de su característico estilo de horror corporal y ciencia ficción.
### Un Nuevo Enfoque Narrativo
‘Alpha’ se centra en la vida de una joven de 13 años, interpretada por la talentosa debutante Mélissa Boros. La protagonista vive en París con su madre, un personaje complejo interpretado por Golshifteh Farahani, quien es médico y muestra una profunda empatía. La historia se desarrolla en un contexto donde una infección vírica transforma a las personas en estatuas de piedra, una alegoría que evoca la pandemia del sida, pero sin profundizar demasiado en el tema. Esta elección narrativa permite a Ducournau explorar el miedo y la angustia que pueden surgir en el entorno familiar, especialmente en relación con la salud y el bienestar de los seres queridos.
La película no se centra únicamente en los efectos visuales del horror, sino que utiliza estos elementos como un recurso para profundizar en la psicología de sus personajes. La madre de Alpha, marcada por el trauma de haber perdido a su hermano a causa de una enfermedad similar, vive con un miedo constante al contagio. Este miedo se convierte en el hilo conductor de la historia, mostrando cómo las experiencias pasadas pueden influir en la crianza y en las relaciones familiares.
Ducournau utiliza un estilo visual que recuerda a las obras de Terry Gilliam, combinando el realismo mágico con una narrativa cruda y emocional. La estética de ‘Alpha’ evoca el París de los años noventa, un periodo que también se refleja en la obra de Luc Besson, conocido por su enfoque en la ciencia ficción y el cómic. Esta ambientación no solo sirve como telón de fondo, sino que también enriquece la historia, añadiendo capas de significado y nostalgia.
### Temas Universales y Personales
Uno de los aspectos más destacados de ‘Alpha’ es su capacidad para abordar temas universales a través de una narrativa íntima. La adolescencia, la búsqueda de identidad y el miedo a la enfermedad son cuestiones que resuenan en la vida de muchos. Ducournau logra capturar la complejidad de las relaciones familiares, especialmente en momentos de crisis, y cómo estas pueden moldear la percepción de uno mismo y de los demás.
La película se adentra en la ebullición hormonal de la adolescencia, un periodo lleno de confusión y descubrimiento. Alpha, como personaje central, representa la lucha por encontrar su lugar en un mundo que parece amenazante. A través de su viaje, el espectador es testigo de la transformación de una niña en una joven que comienza a comprender la complejidad de las relaciones humanas y el dolor que puede conllevar.
Ducournau no se detiene en la superficie; su enfoque es profundo y reflexivo. A través de la historia de Alpha, se exploran las dinámicas familiares, el amor, el miedo y la resiliencia. La cineasta se aleja de los clichés del género de terror y se adentra en un territorio más emocional, donde el horror se convierte en una metáfora de las luchas internas que enfrentan los personajes.
La dirección de Ducournau es notable por su capacidad para equilibrar el horror con la humanidad. A pesar de los elementos perturbadores, la película se siente íntima y conectada con sus personajes. La actuación de Mélissa Boros es especialmente destacable, ya que logra transmitir la vulnerabilidad y la fuerza de su personaje de manera convincente.
‘Alpha’ es un testimonio del crecimiento artístico de Ducournau, quien ha sabido superar las expectativas y las presiones que vienen con el éxito. Su habilidad para contar historias que resuenan en un nivel personal, mientras explora temas más amplios, la posiciona como una de las cineastas más interesantes de su generación. La película no solo es un regreso triunfal, sino también una declaración de intenciones sobre el tipo de cine que Ducournau desea seguir creando en el futuro.