Los incendios forestales que han estallado en Israel desde el miércoles continúan fuera de control, afectando gravemente a las áreas cercanas a Jerusalén. Hasta el momento, se han reportado al menos 17 bomberos heridos, de los cuales dos han requerido hospitalización. La situación es crítica, ya que el fuego ha provocado la evacuación de miles de personas y ha dejado un saldo de 36 heridos en total. La Policía ha reabierto algunas carreteras que habían sido cerradas debido a las llamas, pero la amenaza persiste.
El origen de estos incendios aún no ha sido determinado, aunque las condiciones climáticas han jugado un papel crucial en su propagación. El fuerte viento y la sequedad del ambiente han facilitado que las llamas se expandan rápidamente. En la mañana del jueves, alrededor de 126 equipos de bomberos estaban trabajando en la extinción de los fuegos, apoyados por aviones especializados en la lucha contra incendios. Estos aviones están operando en seis áreas principales afectadas por el fuego, incluyendo la carretera de Birmania, el bosque de HaKdoshim y el Parque Canadá, que ha sufrido daños significativos.
La región de Sefelá, situada a unos 30 kilómetros al oeste de Jerusalén, es una de las más afectadas. Los incendios comenzaron en la zona de Mateh Yehuda, entre los pueblos de Mesilat Zion y Neve Shalom, donde se registraron los primeros focos de fuego a las 10:00 horas del miércoles. Neve Shalom fue el primer pueblo en ser evacuado, en un día marcado por condiciones climáticas extremas, con temperaturas elevadas y vientos que alcanzaron rachas de entre 90 y 100 kilómetros por hora.
La situación ha llevado a la evacuación de aproximadamente 7,000 personas, aunque algunas comunidades han podido regresar a sus hogares. Sin embargo, la amenaza sigue latente, ya que el fuego se ha extendido a 11 sectores diferentes, incluyendo áreas como Shaar Hagai, Nataf y Beit Meir. La autopista que conecta Jerusalén con Tel Aviv también ha sido cerrada, dejando a muchos conductores atrapados y obligándolos a abandonar sus vehículos para escapar de las llamas.
La respuesta del gobierno israelí ha sido rápida, solicitando ayuda internacional para combatir los incendios. Hasta ahora, cinco países han ofrecido apoyo, enviando aviones para ayudar en las labores de extinción. La colaboración internacional es crucial en este tipo de emergencias, donde los recursos locales pueden verse desbordados por la magnitud del desastre.
Los bomberos están trabajando incansablemente para controlar el fuego, enfrentándose a condiciones adversas que complican su labor. La combinación de calor extremo, sequedad y vientos fuertes ha creado un escenario desafiante para los equipos de emergencia. La situación se agrava aún más por la posibilidad de que se produzcan nuevos focos de incendio, lo que podría extender aún más la crisis.
La comunidad local se encuentra en estado de alerta, y las autoridades están monitoreando de cerca la evolución de los incendios. Se han establecido centros de evacuación para aquellos que han tenido que abandonar sus hogares, y se están proporcionando recursos y apoyo a las familias afectadas. La solidaridad entre los ciudadanos es evidente, con muchos ofreciendo ayuda a los evacuados y a los bomberos que luchan contra el fuego.
A medida que la situación continúa desarrollándose, se espera que las autoridades proporcionen actualizaciones sobre el estado de los incendios y las medidas que se están tomando para garantizar la seguridad de la población. La lucha contra estos incendios es un recordatorio de la fragilidad del medio ambiente y la importancia de contar con planes de emergencia efectivos para enfrentar desastres naturales.
La comunidad internacional observa con preocupación la situación en Israel, y se espera que la colaboración entre países continúe para mitigar los efectos de esta crisis. La prevención de incendios forestales y la gestión de recursos naturales son temas que deben ser abordados con seriedad para evitar que situaciones como esta se repitan en el futuro. La resiliencia de la población y la eficacia de los servicios de emergencia serán claves en la respuesta a esta emergencia, mientras todos esperan que las llamas sean finalmente controladas.