La Renta Valenciana de Inclusión (RVI) ha sido un pilar fundamental para muchas familias en la Comunidad Valenciana, proporcionando un soporte económico esencial para aquellos que se encuentran en situaciones vulnerables. Sin embargo, un reciente informe del Instituto Valenciano de Estadística (IVE) ha revelado un descenso significativo en el número de beneficiarios de esta ayuda, lo que ha generado preocupación entre las autoridades y la población afectada. En el último trimestre de 2024, 80,793 valencianos recibían la RVI, pero para el primer trimestre de 2025, esa cifra se ha reducido a 73,265, lo que representa una disminución del 9.3%. Este cambio ha dejado a más de 7,500 personas sin el apoyo que antes recibían, lo que plantea interrogantes sobre las causas de esta caída y las implicaciones para las familias afectadas.
La RVI se otorga a través de un sistema que clasifica a los beneficiarios en titulares, beneficiarios y destinatarios. Los titulares son aquellos que solicitan y reciben la ayuda a su nombre, mientras que los beneficiarios son las personas que dependen de esa ayuda, como hijos o parejas. El informe del IVE destaca que, en el primer trimestre de 2025, hubo 3,324 titulares menos en comparación con el trimestre anterior, lo que indica que la situación se ha vuelto más crítica para muchas familias. En particular, los municipios más afectados por esta reducción son Paterna y Torrent, donde se han perdido 283 y 204 destinatarios, respectivamente.
### Causas de la Pérdida de Beneficiarios
Una de las razones principales detrás de esta disminución en el número de beneficiarios de la RVI es la revalorización del Ingreso Mínimo Vital (IMV), una ayuda estatal que se ha incrementado en un 9% desde enero de 2025. Esta revalorización ha llevado a que muchas familias que antes dependían de la RVI ahora se encuentren mejor atendidas por el IMV, lo que ha resultado en una «absorción» de la RVI por parte de esta ayuda estatal. La Conselleria de Servicios Sociales, Igualdad y Vivienda ha reconocido esta situación y está trabajando en una modificación de la ley que regula la RVI para evitar que esto vuelva a ocurrir en el futuro.
El director general de Inclusión y Cooperación al Desarrollo, Pedro Carceller, ha explicado que la ley del IMV permite actualizar las cuantías de manera más flexible, mientras que la RVI solo puede ajustarse en función del IPC. Esta limitación ha llevado a que muchas familias que antes recibían la RVI hayan dejado de hacerlo, ya que el IMV se ha vuelto más atractivo en términos de cuantía. La nueva ley que se prevé aprobar en junio de 2025 contempla la posibilidad de revalorizar las cuantías de la RVI, lo que podría ayudar a reducir la brecha de pobreza y asegurar que más familias reciban el apoyo que necesitan.
### El Impacto en las Familias Valencianas
El impacto de esta reducción en el número de beneficiarios de la RVI es significativo, especialmente para las familias más vulnerables. Según las fuentes consultadas, las unidades de convivencia más grandes, que suelen incluir a varios miembros de la familia, han sido las más afectadas. Estas familias, que antes podían contar con la RVI, ahora se ven obligadas a depender del IMV, que en muchos casos ofrece una cuantía superior. Esto ha llevado a que muchas familias se encuentren en una situación precaria, ya que la pérdida de la RVI significa que ya no tienen acceso a un ingreso mínimo garantizado.
El informe también destaca que, aunque algunos municipios han visto un aumento en el número de beneficiarios de la RVI, como Paiporta y Silla, la tendencia general es preocupante. La pérdida de más de 7,500 beneficiarios en un corto período de tiempo plantea serias preguntas sobre la efectividad de las políticas de inclusión y el apoyo a las familias en riesgo de pobreza. La situación es especialmente crítica en los municipios que han sido afectados por la dana, donde muchas familias ya enfrentan dificultades económicas debido a la devastación causada por este fenómeno natural.
La RVI fue implementada en diciembre de 2017 con el objetivo de garantizar ingresos mínimos a la ciudadanía, un objetivo que también comparte el IMV. Sin embargo, la falta de coordinación entre ambas ayudas ha llevado a una situación en la que muchas familias se ven obligadas a elegir entre una u otra, lo que puede resultar en una pérdida neta de apoyo económico. La necesidad de una revisión y actualización de las políticas de asistencia social es más urgente que nunca, ya que las familias valencianas continúan enfrentando desafíos significativos en su búsqueda de estabilidad económica y bienestar.