La reciente encuesta de Lápiz Estratégico Consulting ha revelado un cambio significativo en la intención de voto en la Comunitat Valenciana, un cambio que podría alterar el equilibrio de poder en la región. La gestión de la riada del 29 de octubre de 2024, que dejó un saldo trágico de 228 vidas, ha sido un factor determinante en la percepción pública del gobierno de Carlos Mazón. Según los datos, si se celebraran elecciones hoy, el PSPV y Compromís podrían recuperar el control de la Generalitat, sumando un total de 51 escaños en las Corts, superando así la mayoría absoluta de 50 escaños.
La encuesta muestra que el 82,5% de los ciudadanos desaprueba la gestión de la emergencia por parte del Consell, y un abrumador 90% considera que Mazón no debería optar a la reelección. Este descontento ha tenido un impacto directo en el apoyo al Partido Popular (PP), que ha visto una caída notable en su popularidad. De los 40 escaños que posee actualmente, se estima que podría perder hasta 13, quedándose con solo 33. Este descenso es aún más alarmante si se compara con las proyecciones de hace siete meses, donde se preveía que el PP alcanzara los 46 escaños.
### La Respuesta de los Partidos Opositores
En contraste con la caída del PP, el PSPV, liderado por Diana Morant, ha visto un aumento en su apoyo, pasando de 31 a 35 escaños. Esta recuperación se debe en parte a la gestión de la crisis y a la percepción de que el partido ha estado más en sintonía con las necesidades de la ciudadanía. Compromís también ha experimentado un ligero aumento, pasando de 15 a 16 escaños, lo que refuerza la idea de que la izquierda podría consolidar su poder en la región.
Por otro lado, Vox ha visto un crecimiento notable en su apoyo, pasando de 8 a 15 escaños. Sin embargo, este aumento no ha sido suficiente para contrarrestar la caída del PP, lo que sugiere que la dinámica política en la Comunitat Valenciana está cambiando. A pesar de que Vox sigue siendo el cuarto grupo en las Corts, su crecimiento indica una polarización creciente en el electorado, que podría tener implicaciones a largo plazo.
La encuesta también revela que la provincia de Alicante, que tradicionalmente ha sido un bastión del PP, podría ser la clave para su debacle. En esta provincia, el PP podría perder hasta cuatro escaños, mientras que el PSPV ganaría cuatro, lo que podría ser decisivo para el futuro político de la región. En Valencia, por otro lado, el PP podría mantener su mayoría, lo que sugiere que la respuesta a la gestión de la riada no es uniforme en toda la Comunitat Valenciana.
### Cambios en la Identificación Ideológica
Un aspecto interesante que surge de la encuesta es el cambio en la identificación ideológica de los votantes. A pesar de la polarización política, un 31,3% de los encuestados se identifica ahora como de centro, un aumento significativo desde el 20,8% registrado en octubre de 2024. Este cambio podría indicar un deseo de los votantes de buscar alternativas más moderadas en un contexto de creciente extremismo político.
Sin embargo, a pesar de esta autodefinición más centrada, el panorama electoral muestra un aumento en el apoyo a los partidos en los extremos, como Vox y Compromís, lo que podría complicar la situación para los partidos tradicionales como el PP y el PSPV. En mayo de 2023, estos dos partidos sumaron un total de 71 escaños, pero la encuesta actual sugiere que podrían caer a 68, lo que refleja una erosión en su base de apoyo.
La intención de participación también ha disminuido, con una caída de casi siete puntos en comparación con octubre de 2024. Este descenso en la participación podría ser un reflejo del descontento generalizado con la gestión política actual y la percepción de que las elecciones no traerán cambios significativos.
En resumen, la gestión de la riada ha tenido un impacto profundo en el panorama electoral de la Comunitat Valenciana, con un cambio notable en la intención de voto y en la percepción de los partidos políticos. La situación es fluida y podría evolucionar en los próximos meses, especialmente con la mitad de la legislatura aún por delante. Los partidos deberán adaptarse a estas nuevas realidades si desean mantener o recuperar su apoyo entre los votantes.