La reciente aparición de la Dermatosis Nuclear Contagiosa (DNC) en la provincia de Girona ha generado una gran preocupación entre los ganaderos locales. Esta enfermedad, que afecta principalmente a los bovinos, ha llevado a muchos propietarios de explotaciones a tomar medidas drásticas para proteger a sus animales y asegurar la continuidad de sus negocios. En este contexto, la falta de información y la burocracia han sido señaladas como dos de los principales problemas que enfrentan los ganaderos en esta crisis sanitaria.
**Desafíos en la Gestión de la Enfermedad**
Uno de los ganaderos afectados, Jordi Cros, quien maneja una granja con más de 450 vacas de leche, ha expresado su frustración ante la falta de información clara y oportuna sobre la DNC. La situación se volvió crítica cuando se detectó el primer caso en Catalunya, lo que desató una ola de confusión entre los agricultores de la zona. Cros ha señalado que la comunicación a través de grupos de WhatsApp fue insuficiente, ya que no había datos concretos sobre los contagios ni sobre la campaña de vacunación. Esta falta de claridad ha generado un ambiente de incertidumbre que afecta no solo la salud de los animales, sino también la estabilidad económica de las explotaciones.
Marta Reixach, otra ganadera que cuida de 400 vacas de engorde, también ha manifestado su preocupación. A pesar de que ha recibido información a través de Unió de Pagesos, considera que la comunicación por parte de las autoridades ha sido deficiente. La falta de datos precisos ha dejado a muchos ganaderos en un estado de alerta constante, preguntándose qué sucederá si se detecta un caso en sus granjas.
**El Proceso de Vacunación y sus Implicaciones**
El proceso de vacunación contra la DNC ha sido otro punto crítico en la gestión de esta crisis. Cros ha comentado que la burocracia ha retrasado la vacunación en su granja, lo que ha generado aún más ansiedad entre los ganaderos. En situaciones de emergencia, la rapidez en la toma de decisiones y en la implementación de medidas es crucial. Sin embargo, el exceso de trámites administrativos ha dificultado la respuesta oportuna ante la enfermedad.
Reixach ha optado por contratar a un veterinario de referencia para llevar a cabo la vacunación de sus animales. Sin embargo, la situación ha obligado a cambiar varias prácticas operativas en su granja, incluyendo la desinfección de vehículos y el control de acceso a las instalaciones. La granja, que antes operaba con un acceso más abierto, ahora tiene estrictas medidas de seguridad para prevenir cualquier posible contagio.
Lluís De La Cámara, quien tiene 65 vacas de producción de carne, ha notado un cambio en el comportamiento de sus animales tras la vacunación. Aunque todos los terneros y vacas han sido vacunados, ha observado que los animales parecen más desganados de lo habitual. Este cambio en el estado de ánimo de los animales puede tener repercusiones en la producción y, por ende, en la economía de la explotación.
**Medidas de la Generalitat y la Respuesta del Sector**
Ante la crisis provocada por la DNC, la Generalitat ha declarado que ha activado medidas de protección desde el inicio de la situación. Esto incluye la inmovilización de animales y el establecimiento de radios de restricción alrededor de los focos de la enfermedad. Sin embargo, los ganaderos han expresado que la implementación de estas medidas no ha sido suficiente para mitigar su preocupación.
La Generalitat ha asegurado que ha mantenido una comunicación constante con los ganaderos, celebrando reuniones diarias con el sector para abordar la situación. Sin embargo, muchos ganaderos sienten que la información proporcionada no ha sido suficiente para tranquilizarlos en un momento tan crítico. La falta de transparencia y la burocracia son aspectos que deben ser revisados para mejorar la gestión de futuras crisis sanitarias en el sector ganadero.
En resumen, la DNC ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad del sector ganadero ante enfermedades contagiosas y la necesidad de una respuesta más ágil y efectiva por parte de las autoridades. La combinación de una comunicación deficiente y un proceso burocrático lento ha dejado a muchos ganaderos en una situación precaria, poniendo en riesgo no solo su trabajo, sino también la salud de sus animales y la economía de sus explotaciones.
