Iberdrola, una de las principales compañías energéticas de España, ha dado un paso significativo en su estrategia de crecimiento al anunciar un nuevo plan que promete un aumento considerable en sus beneficios y dividendos. Este anuncio se produce apenas un mes después de que la empresa presentara su hoja de ruta para los próximos cuatro años, donde se comprometió a alcanzar beneficios récord, realizar inversiones sustanciales y ofrecer dividendos atractivos para sus accionistas.
### Proyecciones Financieras y Dividendos
El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, ha destacado que la compañía espera alcanzar un beneficio neto de 6.600 millones de euros para este año, lo que representa un incremento de 1.000 millones en comparación con el año anterior. Este aumento se debe en gran parte a las inversiones estratégicas realizadas en mercados clave como el Reino Unido y Estados Unidos. En el tercer trimestre de 2025, Iberdrola reportó un beneficio neto de 5.307 millones de euros, lo que refleja una ligera caída del 3% en comparación con el mismo periodo del año anterior, cuando la compañía se benefició de plusvalías extraordinarias por la venta de activos en México.
Además, la compañía ha decidido aumentar su dividendo a cuenta a 0,25 euros por acción, lo que representa un incremento del 8,2% respecto al año anterior. Este dividendo, que se espera que beneficie a aproximadamente 1.700 millones de euros en accionistas, se complementará con un dividendo adicional que será aprobado en la próxima junta general de accionistas y se pagará en el tercer trimestre de 2026. Iberdrola mantiene su política de scrip dividend, permitiendo a los accionistas elegir entre recibir su dividendo en efectivo o en acciones.
### Estrategia de Inversión y Expansión Internacional
Iberdrola ha puesto en marcha un ambicioso plan de inversiones que alcanzó casi 9.000 millones de euros en los primeros nueve meses de 2025, lo que representa un aumento del 4% en comparación con el año anterior. De esta cantidad, más del 60% se destinó a proyectos en el Reino Unido y Estados Unidos, con un enfoque particular en el negocio de redes, que ha sido identificado como un área estratégica para el crecimiento futuro de la compañía.
La empresa ha decidido ser más selectiva en sus inversiones en energías renovables, concentrando sus esfuerzos en proyectos que ofrezcan un retorno de inversión sólido. Hasta septiembre, las inversiones en generación de energía verde alcanzaron 3.442,4 millones de euros, lo que representa solo un tercio del total de las inversiones realizadas. Sin embargo, más del 60% de estas inversiones se realizaron en los mercados anglosajones, lo que subraya la intención de Iberdrola de consolidar su presencia en estos territorios.
La compañía también ha logrado reducir su deuda neta en 3.200 millones de euros, situándola en aproximadamente 48.500 millones de euros. Este logro se ha conseguido gracias a una política activa de rotación de activos y alianzas estratégicas. Durante los primeros nueve meses de 2025, Iberdrola firmó acuerdos por un valor superior a 8.000 millones de euros, lo que tuvo un impacto positivo en su deuda neta de aproximadamente 4.500 millones de euros.
El flujo de caja operativo de la compañía creció un 10% hasta casi 9.752 millones de euros, y la liquidez se situó en 23.000 millones de euros, lo que le permite cubrir sus necesidades financieras durante 25 meses sin necesidad de recurrir al mercado. Este sólido desempeño financiero es un indicador de la capacidad de Iberdrola para continuar invirtiendo en su crecimiento y ofreciendo dividendos atractivos a sus accionistas.
Iberdrola se ha comprometido a seguir adelante con su estrategia de expansión, enfocándose en mercados regulados y en la mejora de su solidez financiera. Con un enfoque claro en el crecimiento sostenible y la generación de valor para sus accionistas, la compañía está bien posicionada para enfrentar los desafíos del mercado energético global y aprovechar las oportunidades que se presenten en el futuro.
