La Ribeira Sacra, una joya escondida en Galicia, es famosa por sus impresionantes paisajes que combinan cañones, viñedos en terrazas y un rico patrimonio cultural. Esta región ofrece una serie de miradores que permiten disfrutar de vistas panorámicas que parecen sacadas de una postal. Si estás planeando una visita, aquí te presentamos cinco miradores imprescindibles que no te puedes perder.
Mirador de Cabezoás
Este mirador es uno de los más populares de la Ribeira Sacra, y no es difícil entender por qué. Su accesibilidad lo convierte en un lugar ideal para todos los visitantes. Desde aquí, se puede contemplar una de las secciones más profundas del cañón del río Sil, con paredes que se elevan más de 500 metros sobre el nivel del agua. La vista es verdaderamente impresionante y se ha convertido en una de las imágenes más emblemáticas de la región.
Balcones de Madrid
El nombre de este mirador tiene una historia interesante. Antiguamente, las mujeres del pueblo esperaban a sus maridos que se marchaban a trabajar a Madrid, y pasaban tanto tiempo en este lugar que el nombre se popularizó. Situado en Parada del Sil, uno de los pueblos más encantadores de la zona, este mirador no solo ofrece vistas espectaculares, sino que también está rodeado de excelentes restaurantes donde se puede disfrutar de la gastronomía local.
Mirador de Cabo do Mundo
Considerado el mirador más fotografiado de la Ribeira Sacra, el Mirador de Cabo do Mundo ofrece una vista única del río Miño, que forma un meandro perfecto. La experiencia se vuelve mágica durante el atardecer, cuando la luz del sol ilumina el paisaje de una manera especial. El acceso es fácil y cuenta con una plataforma de madera que permite a los visitantes disfrutar de una perspectiva aún más elevada.
Mirador de Penedos do Castro
Aunque menos conocido que otros, el Mirador de Penedos do Castro es uno de los más especiales. Situado sobre un antiguo castro de la Edad del Hierro, este mirador ofrece una vista diferente del cañón del Sil, permitiendo observar la silueta del Monasterio de Santo Estevo entre los árboles. El acceso es sencillo, con un sendero de 300 metros que atraviesa un hermoso bosque de robles y castaños. Además, la excursión puede culminar con una visita al monasterio, que hoy en día funciona como un Parador Nacional.
Bodega Regina Viarum
Para finalizar la ruta, nada mejor que un brindis en la Bodega Regina Viarum, famosa por sus vinos mencía. Este lugar no solo ofrece una experiencia enológica, sino que también permite disfrutar de un paisaje impresionante. Si buscas un lugar icónico para tus fotos, la bodega Terra Brava, más pequeña pero encantadora, es el sitio ideal. Para cerrar con broche de oro, se recomienda bajar al río y embarcarse en uno de los cruceros que navegan por el Sil, donde se pueden apreciar los cañones desde una perspectiva completamente diferente.
La Ribeira Sacra es un destino que invita a ser explorado con calma, disfrutando de cada vista y cada rincón. Con estos cinco miradores, tendrás la oportunidad de vivir una experiencia única en uno de los paisajes más bellos de Galicia.