La provincia de Málaga, conocida por sus impresionantes paisajes y su clima cálido, ofrece a los amantes del senderismo una variedad de rutas que destacan por su belleza natural. Una de las más recomendadas es la ruta que transcurre por el Barranco Blanco, un paraje que culmina en una piscina natural ideal para refrescarse durante los calurosos días de verano.
La ruta comienza en el pintoresco pueblo de Coín, que sirve como punto de partida para los excursionistas. Desde aquí, los senderistas deben tomar la carretera MA-3303 en dirección al puerto de los Pescadores. A lo largo de este trayecto, entre los kilómetros 4 y 5, se encuentra una pista forestal donde se puede aparcar el coche, dando inicio a una aventura que promete ser inolvidable.
El recorrido se desarrolla en un entorno natural donde predominan los pinares, enebros y lentiscos. A medida que se avanza, se pueden apreciar las calizas de la sierra de Mijas y las lomas bermejas de Sierra Alpujata, creando un paisaje que invita a la contemplación. Después de un descenso hacia el valle del río Alaminos, los senderistas se encuentran con un cruce a 1,7 km del inicio, donde deben tomar el ramal de la derecha que rodea el cerro Alaminos.
Una vez en el camino correcto, el sendero lleva a un puente que cruza el río. En este punto, comienza el sendero PR-A 338 Albuquería, que ofrece diferentes variantes para explorar la Sierra Negra. Desde el puente, los excursionistas deben descender por un sendero empinado que conduce a una cascada de 11 metros de altura. En esta zona, se pueden observar dos pozas, una de las cuales es lo suficientemente profunda como para sumergirse por completo.
Para continuar la ruta, es necesario regresar al puente y avanzar por un sendero marcado que sigue la orilla derecha del río. Este camino lleva a una alberca, donde la vegetación densa de adelfas, ruscos, emborrachacabras y sauces acompaña a los caminantes hasta llegar al famoso Charco de la Paloma. Este es un lugar ideal para descansar y disfrutar de la naturaleza antes de continuar hacia el destino final.
La ruta culmina en el impresionante Charco del Infierno, una piscina natural donde el agua cae en cascada desde una altura considerable. Este lugar se ha convertido en un atractivo para los bañistas, quienes se sienten tentados a saltar desde un promontorio de aproximadamente seis metros de altura. Sin embargo, es importante tener en cuenta que esta actividad debe realizarse con precaución y solo por quienes se sientan seguros de hacerlo.
Además de la belleza natural de la ruta, Barranco Blanco ofrece una experiencia única para aquellos que buscan escapar del calor del verano. La combinación de senderismo y la posibilidad de darse un baño en aguas cristalinas hace de esta ruta una opción perfecta para disfrutar de un día al aire libre en familia o con amigos.
Para aquellos interesados en explorar más sobre Málaga y sus alrededores, hay una amplia gama de actividades y lugares que no deben perderse. Desde las playas de la Costa del Sol hasta los encantadores pueblos blancos, cada rincón de esta provincia tiene algo especial que ofrecer. La ruta del Barranco Blanco es solo una de las muchas opciones que invitan a los visitantes a descubrir la riqueza natural y cultural de la región.
Si estás planeando una visita a Málaga, no olvides incluir esta ruta en tu itinerario. Ya sea que seas un experimentado senderista o simplemente busques un lugar para relajarte y disfrutar de la naturaleza, el Barranco Blanco y su piscina natural te esperan con los brazos abiertos.