La Ribeira Sacra, un rincón mágico del norte de Galicia, se presenta como un destino ideal para los amantes de la naturaleza y la historia. Esta región, declarada Reserva de la Biosfera, es famosa por su impresionante paisaje de cañones, ríos y una rica herencia cultural que incluye una de las mayores concentraciones de monasterios medievales en Europa. La ruta de los monasterios es una experiencia que permite a los visitantes sumergirse en la espiritualidad y la belleza de este enclave único, todo en un recorrido de dos días.
**Día 1: Descubriendo los Monasterios del Interior**
El primer día de la ruta está diseñado para explorar los monasterios situados en el interior de la Ribeira Sacra. La aventura comienza en el monasterio de San Pedro de Rocas, el más antiguo de Galicia, ubicado en Esgos. Este templo, construido sobre una roca, alberga un Centro de Interpretación que ofrece a los visitantes una visión de la vida monástica medieval y las costumbres de la época.
La siguiente parada es el monasterio de Santa María de Xunqueira de Espadanedo, que requiere reserva previa para su visita. Este monasterio es conocido por su arquitectura y su entorno natural. A tan solo 20 kilómetros de distancia se encuentra el monasterio de Santa María de Montederramo, otro de los puntos destacados del recorrido.
Después de visitar estos tres templos, es recomendable hacer una pausa en el mirador de As Penas de Matacás. Este mirador ofrece vistas espectaculares de las orillas del río Sil, rodeadas de viñedos que añaden un toque especial al paisaje. Para concluir el primer día, los viajeros se dirigen a Monforte de Lemos, donde se encuentra el monasterio de San Vicente do Pino, que actualmente funciona como un Parador de Turismo, ofreciendo una experiencia única de alojamiento en un entorno histórico.
**Día 2: Templos a la Orilla del Río Sil**
El segundo día se centra en los monasterios que se encuentran a lo largo de las riberas del río Sil. La jornada comienza en el monasterio de San Salvador de Ferrerira, conocido como el de las Bernardas. Este es el único monasterio que aún conserva vida monacal, y es famoso por la elaboración de dulces artesanales, como las ‘golosas’ de mantequilla y los ‘coñitos’ de coco y almendra con miel.
La siguiente parada es el impresionante monasterio de Santo Estevo de Ribas de Sil, que también ha sido transformado en un Parador de Turismo. La visita a este monasterio incluye un recorrido por sus tres claustros, la iglesia y otros espacios significativos, lo que permite a los visitantes apreciar la grandeza de su arquitectura y su historia.
Después de explorar Santo Estevo, es recomendable descansar en el mirador de Penedos do Castro. Este mirador es un lugar privilegiado para observar cómo el monasterio se asienta en la ladera del río Sil, con el río Cabe al fondo, creando un paisaje de ensueño.
La penúltima parada es el monasterio de Santa Cristina de Ribas de Sil, una joya del arte románico, rodeada de castaños y situada en la ladera del cañón del Sil. Este monasterio destaca por su belleza arquitectónica y su entorno natural, convirtiéndolo en un lugar ideal para reflexionar y disfrutar de la tranquilidad.
Finalmente, la ruta culmina en el monasterio de San Paio, que aunque se encuentra en ruinas, permite a los visitantes apreciar los restos de la iglesia, el cementerio y el antiguo patio-claustro. Este último destino ofrece una visión del pasado y la historia de la región, cerrando así un viaje que combina espiritualidad, cultura y naturaleza.
La Ribeira Sacra es, sin duda, un destino que invita a la exploración y la reflexión, ofreciendo a sus visitantes una experiencia única en un entorno de belleza natural y riqueza histórica.