Xiaomi, la conocida marca china de tecnología, ha dado un paso audaz al incursionar en la industria automotriz con su primer coche eléctrico, el SU7. Este modelo ha captado la atención no solo por su diseño y características innovadoras, sino también por un curioso incidente que ha dejado a muchos perplejos. A finales de septiembre, un propietario del SU7 experimentó un evento inusual cuando su coche comenzó a moverse solo, sin que nadie estuviera al volante. Este suceso ha generado una serie de preguntas sobre la tecnología detrás del vehículo y la seguridad de sus funciones automáticas.
El incidente ocurrió en la ciudad de Shandong, China, donde el dueño del SU7 se encontraba en un establecimiento con su esposa. Mientras el coche estaba aparcado frente a la puerta, comenzó a moverse de manera autónoma, lo que llevó al propietario a correr hacia el vehículo para detenerlo antes de que causara un accidente. Este momento fue grabado por el propio dueño, quien no podía creer lo que estaba sucediendo. La situación se volvió aún más intrigante cuando Xiaomi, al ser consultada, no pudo proporcionar una explicación inmediata sobre el fenómeno.
### La tecnología detrás del SU7
El Xiaomi SU7 está equipado con una serie de características avanzadas, incluyendo la función de asistencia de estacionamiento remoto (RPA). Esta tecnología permite que el coche se mueva de manera autónoma dentro de un rango limitado, siempre que un dispositivo autorizado esté dentro del alcance del Bluetooth. En este caso, los registros del vehículo revelaron que la orden de poner en marcha el coche no provenía del teléfono del propietario, sino de un dispositivo Apple vinculado a su cuenta.
La función RPA es una de las innovaciones que Xiaomi ha incorporado en su primer coche, permitiendo a los usuarios realizar tareas como estacionar el vehículo o hacer que este se acerque automáticamente. Sin embargo, este incidente ha planteado preocupaciones sobre la seguridad y el control que los propietarios tienen sobre sus vehículos. La posibilidad de que un coche se mueva sin la intervención directa del conductor puede ser tanto una ventaja como un riesgo, dependiendo de cómo se gestione la tecnología.
Los técnicos de Xiaomi inicialmente sugirieron que el propietario podría haber activado la función accidentalmente desde su teléfono. Sin embargo, el dueño negó esta posibilidad y presentó un video como prueba de que no estaba utilizando su móvil en ese momento. Esto llevó a una investigación más profunda, donde se descubrió que la orden había sido enviada desde un iPhone 15 Pro Max, lo que generó aún más confusión sobre cómo se había activado el movimiento del coche.
### La respuesta de Xiaomi y la aclaración del incidente
Ante la creciente atención mediática y la confusión generada, Xiaomi decidió aclarar la situación. La empresa publicó un informe detallado que explicaba que el coche no había sufrido ningún fallo técnico. En cambio, el movimiento del SU7 se debió a un comando legítimo enviado desde el teléfono conectado. Esta aclaración fue bien recibida por el propietario, quien, a través de la red social china Weibo, confirmó que la explicación de Xiaomi era correcta y agradeció al equipo de la marca por su profesionalismo.
El incidente ha resaltado la importancia de la transparencia en la comunicación entre las empresas tecnológicas y sus usuarios. En un mundo donde la tecnología avanza rápidamente, es crucial que los consumidores comprendan cómo funcionan las características de sus dispositivos y los riesgos asociados. La situación también ha puesto de relieve la necesidad de una educación adecuada sobre el uso de tecnologías avanzadas en vehículos, especialmente cuando se trata de funciones que permiten el movimiento autónomo.
A medida que más empresas, como Xiaomi, ingresan al mercado automotriz, es probable que veamos más innovaciones y, con ellas, nuevos desafíos en términos de seguridad y control. La experiencia del SU7 podría servir como un caso de estudio sobre cómo las marcas deben manejar situaciones inesperadas y la importancia de mantener a los consumidores informados sobre sus productos. La combinación de tecnología avanzada y la responsabilidad del usuario será clave para el futuro de la movilidad eléctrica y autónoma.