La temporada de exposiciones en el Institut Valencià d’Art Modern (IVAM) se reinicia con fuerza el próximo 25 de septiembre, presentando dos muestras que prometen cautivar a los amantes del arte contemporáneo. Bajo el título ‘Habitar las sombras’ y ‘Kara Walker. Burning Village’, estas exposiciones ofrecen una mirada profunda y provocativa a través de obras que exploran el blanco y negro, así como la identidad y la historia a través de la perspectiva de una artista influyente.
**Explorando el Blanco y Negro en ‘Habitar las sombras’**
La primera de las exposiciones, ‘Habitar las sombras’, se podrá visitar hasta enero de 2026 y reúne más de 100 obras de cerca de 80 artistas, entre los que se encuentran nombres destacados como Carmen Calvo, Cristina García Rodero y Miquel Navarro. Comisariada por Rosa Castells y Blanca de la Torre, esta muestra se centra en el uso del blanco y negro en diversas disciplinas artísticas, incluyendo pintura, fotografía, instalaciones y esculturas.
La exposición se desarrolla en cinco salas de la galería 1, donde cada espacio está diseñado para evocar diferentes aspectos de la sombra y la luz. La primera sala presenta obras que evocan espectros y presencias, con imágenes perturbadoras que hacen referencia a campos de concentración y desapariciones. Aquí, los visitantes encontrarán piezas impactantes, como las representaciones de mujeres con iguanas en la cabeza y torsos despojados de identidad, que invitan a la reflexión sobre la memoria y la ausencia.
A medida que el recorrido avanza, se exploran las complejidades de la psique humana. Las obras de artistas como Santiago Ydáñez y Teresa Cebrián abordan las sombras internas y las luchas psicológicas, mientras que la instalación de Cebrián, que presenta manos transparentes sobre tierra negra, ofrece una representación visual de la fragilidad de la existencia.
La tercera sala se centra en lo doméstico, donde se exhiben obras que evocan memorias y experiencias cotidianas. La pieza de Cindy Sherman, que interpreta a un ama de casa en un contexto de cine negro, contrasta con la evocación de Natividad Navalón sobre el olor de toallas blancas, creando un diálogo entre lo familiar y lo inquietante. Finalmente, la exposición concluye con una reflexión sobre las ‘arquitecturas ausentes’, presentando paisajes industriales y urbanos que parecen desvanecerse en la memoria colectiva.
**La Retrospectiva de Kara Walker: ‘Burning Village’**
Simultáneamente, el IVAM inaugurará la retrospectiva ‘Burning Village’, dedicada a la artista estadounidense Kara Walker, reconocida por su innovador uso de siluetas recortadas en papel. Esta exposición, que estará abierta hasta febrero, reúne 44 piezas que abarcan toda su trayectoria, incluyendo dibujos, grabados y esculturas. Comisariada por Rosa Castells y coordinada por Sandra Moros, la muestra es una de las más completas de Walker en instituciones europeas.
Walker utiliza el lenguaje de la sátira y los arquetipos para abordar las contradicciones de la identidad nacional y el legado del racismo. Su trabajo, que juega con la ironía de las siluetas, revela cómo estas reducciones pueden ser tanto representativas como limitantes. En sus propias palabras, Walker describe su arte como una forma de catarsis, donde el acto de recortar una figura de una superficie blanca crea un ‘agujero negro’ que invita a la reflexión sobre la dualidad de la existencia.
La exposición incluye obras datadas desde 1996, donde los visitantes pueden apreciar la evolución de su estilo y técnica. Walker combina métodos tradicionales de impresión con su distintivo enfoque visual, creando imágenes enigmáticas que abordan la historia de la trata transatlántica de esclavos y sus repercusiones en la sociedad contemporánea. Las siluetas, que cobran vida en sus obras, se convierten en marionetas que representan tanto la opresión como la resistencia.
Ambas exposiciones no solo ofrecen una oportunidad para disfrutar del arte contemporáneo, sino que también invitan a los espectadores a reflexionar sobre temas profundos como la memoria, la identidad y la historia. Con el blanco y negro como hilo conductor, el IVAM se posiciona como un espacio de diálogo y exploración cultural, donde las sombras y las luces del arte contemporáneo se entrelazan para ofrecer una experiencia única e inolvidable.