El 7 de octubre de 2000 marcó un hito en la historia del fútbol y de la cultura británica. El antiguo estadio de Wembley, un símbolo de la grandeza deportiva y musical, celebró su último partido antes de ser demolido, cerrando un capítulo de 77 años que había visto innumerables momentos memorables. En un duelo cargado de simbolismo, Inglaterra se enfrentó a Alemania, y aunque el resultado fue una derrota para los anfitriones, la verdadera pérdida fue la del estadio que había albergado tantas historias.
### Un Estadio de Leyenda
Inaugurado en 1923, Wembley no solo fue el hogar de la FA Cup y de la final del Mundial de 1966, sino que también se convirtió en un referente cultural. Desde conciertos icónicos como el de Live Aid, donde Freddie Mercury y Queen deslumbraron al mundo, hasta combates de boxeo que definieron carreras, Wembley fue mucho más que un simple campo de fútbol. Las torres blancas que se alzaban sobre el horizonte londinense eran un símbolo de estabilidad y tradición, representando la esencia del deporte y el entretenimiento británico.
La última jornada en el viejo Wembley fue un evento cargado de emociones. Los aficionados, conscientes de que estaban presenciando el final de una era, llenaron las gradas con cánticos nostálgicos. Dietmar Hamann, mediocentro alemán, marcó el último gol en un estadio que había sido testigo de tantas victorias y derrotas. Tras el pitido final, la dimisión del seleccionador inglés Kevin Keegan simbolizó no solo la derrota en el campo, sino el cierre de un ciclo en el fútbol británico.
### La Transformación hacia el Futuro
La decisión de demoler Wembley fue impulsada por la necesidad de modernizar las instalaciones y adaptarlas a los estándares del siglo XXI. En 2002, comenzó la demolición del antiguo estadio, y en su lugar se erigió el nuevo Wembley, inaugurado en 2007. Este nuevo diseño, obra del arquitecto Norman Foster, reemplazó las icónicas torres por un impresionante arco de 133 metros, convirtiéndose en un nuevo símbolo del deporte británico.
El nuevo Wembley no solo es un estadio de fútbol; es un espacio multifuncional que alberga eventos deportivos, conciertos y actividades culturales durante todo el año. Esta transformación ha marcado un cambio en la forma en que se conciben los estadios en todo el mundo. La idea de un coliseo multifuncional ha sido adoptada por otros clubes y países, que buscan replicar el éxito de este modelo.
En Inglaterra, el Arsenal dejó atrás su histórico Highbury para abrir el Emirates Stadium en 2006, un espacio que también se enfoca en la experiencia del aficionado. En Alemania, la renovación de estadios como el Allianz Arena en Múnich, con su fachada luminosa, ha establecido un nuevo estándar para la infraestructura deportiva. Alemania invirtió más de 1.500 millones de euros en la modernización de sus estadios, lo que demuestra el compromiso con la excelencia en el deporte.
En España, la tendencia también ha sido evidente. El Athletic Club construyó un nuevo San Mamés en 2013, mientras que el Atlético de Madrid inauguró el Metropolitano en 2017, un estadio que combina modernidad y funcionalidad. La culminación de esta revolución arquitectónica se vio con la apertura del Tottenham Hotspur Stadium en 2019, un complejo que costó más de 800 millones de libras y que incluye un campo retráctil para la NFL, bares y restaurantes temáticos.
### Un Nuevo Paradigma en el Deporte
La evolución de los estadios ha cambiado la forma en que se generan ingresos en el ámbito deportivo. Ya no son solo lugares donde se juegan partidos; ahora son centros de entretenimiento que operan los 365 días del año. Actividades como museos, visitas guiadas y eventos especiales han ampliado el papel de estos espacios en la economía local. Además, muchos de estos nuevos estadios están diseñados con un enfoque en la sostenibilidad y la inclusión, buscando minimizar su impacto ambiental y mejorar el acceso para todos.
El legado del viejo Wembley sigue vivo en la arquitectura y el diseño de los nuevos estadios. La idea de que un estadio puede ser un punto de encuentro para la comunidad, un motor económico y un centro cultural ha tomado fuerza. La modernidad ha permitido que estos espacios no solo sean funcionales, sino que también ofrezcan experiencias inmersivas para los aficionados.
El antiguo Wembley, aunque ya no esté en pie, ha dejado una huella imborrable en la historia del deporte y la cultura. Su demolición no fue solo un cierre, sino el inicio de una nueva era que redefine lo que significa ser un estadio en el siglo XXI. La esencia de Wembley, un lugar donde el deporte, la música y la cultura se entrelazan, sigue viva en cada nuevo proyecto que busca honrar su legado.