El icónico musical ‘The Rocky Horror Picture Show’ celebra su 50 aniversario, un hito que marca no solo la historia del cine, sino también la evolución de la cultura pop y la comunidad LGBTQ+. Desde su estreno en 1975, esta obra ha trascendido su origen como un musical underground para convertirse en un fenómeno de culto que sigue resonando en la actualidad. A través de sus personajes extravagantes, su música pegajosa y su mensaje de aceptación, ‘The Rocky Horror Picture Show’ ha creado un espacio único donde los espectadores pueden ser ellos mismos y celebrar su individualidad.
La historia de ‘The Rocky Horror Picture Show’ comienza en 1973 con el musical original, ‘The Rocky Horror Show’, creado por Richard O’Brien y dirigido por Jim Sharman. Este espectáculo se estrenó en el Royal Court Theatre de Londres y rápidamente se convirtió en un éxito, acumulando casi 3,000 funciones. La obra original presentaba a personajes memorables como Frank-N-Furter, Riff Raff y Magenta, quienes desafiaron las normas de género y sexualidad de la época. La trama gira en torno a una pareja, Brad y Janet, que se encuentran atrapados en una mansión misteriosa, donde se ven envueltos en una serie de eventos surrealistas y liberadores.
A pesar de su éxito en el teatro, la película de 1975 no fue un éxito inmediato. Sin embargo, su proyección en sesiones de medianoche en cines como el Waverly Theatre de Nueva York cambió el rumbo de su historia. Fue aquí donde los espectadores comenzaron a interactuar con la película, creando un ambiente festivo y participativo. Frases icónicas, como «Buy an umbrella, you cheap bitch!» lanzadas por el público, se convirtieron en parte de la experiencia, estableciendo un diálogo entre la pantalla y la audiencia que se ha mantenido hasta hoy.
### La Experiencia Interactiva
La proyección de ‘The Rocky Horror Picture Show’ se transformó en un evento social donde los asistentes no solo veían la película, sino que se convertían en parte de ella. Los espectadores comenzaron a asistir disfrazados de sus personajes favoritos, lanzando arroz durante las escenas de boda y coreando canciones junto a los actores. Esta interacción no solo hizo que la experiencia fuera más divertida, sino que también creó un sentido de comunidad entre los asistentes. La atmósfera era eléctrica, y cada proyección se sentía como una celebración colectiva de la individualidad y la autoexpresión.
El fenómeno de las sesiones de medianoche se extendió rápidamente, cruzando el océano y llegando a cines de todo el mundo. En Inglaterra, aunque al principio la audiencia no estaba acostumbrada a interactuar con la película, pronto se unieron a la diversión. La película se proyecta en cines de todo el mundo, y en muchas ciudades, como Madrid y Barcelona, se han creado espectáculos en vivo que combinan la proyección de la película con actuaciones en directo, manteniendo viva la tradición de la interacción del público.
### Un Legado Duradero
A medida que ‘The Rocky Horror Picture Show’ se adentra en su quinto decenio, su legado sigue siendo relevante. La película ha sido un faro de aceptación y diversidad, especialmente para la comunidad LGBTQ+. Su mensaje de amor propio y celebración de la diferencia ha resonado con generaciones de espectadores, convirtiéndola en un símbolo de orgullo y resistencia. En un mundo donde la conformidad a menudo se valora más que la autenticidad, ‘The Rocky Horror Picture Show’ invita a todos a ser quienes realmente son.
Este año, el festival de Sitges ha presentado un documental titulado ‘Strange Journey: The Story of Rocky Horror’, que explora la historia del musical y su impacto en la comunidad LGBTQ+. Linus O’Brien, hijo de Richard O’Brien, ha destacado la importancia de la conexión y la comunidad que la película ha creado a lo largo de los años. En sus palabras, ‘The Rocky Horror Picture Show’ ha ofrecido un espacio seguro para aquellos que se sienten vulnerables, permitiéndoles encontrar su lugar en el mundo.
La película no solo ha influido en el cine y el teatro, sino que también ha dejado una huella indeleble en la cultura popular. Desde referencias en programas de televisión hasta homenajes en otros filmes, su impacto es innegable. La frase emblemática de Frank-N-Furter, «Don’t dream it, be it», sigue inspirando a nuevas generaciones a abrazar su autenticidad y a luchar por ser quienes realmente son.
En resumen, ‘The Rocky Horror Picture Show’ no es solo una película; es un fenómeno cultural que ha desafiado las normas y ha creado un espacio de celebración para la diversidad. A medida que celebramos su 50 aniversario, es evidente que su legado perdurará, inspirando a futuras generaciones a ser valientes, a ser diferentes y a ser ellos mismos.
 
									 
					