La reciente llegada de la dana ha dejado una huella significativa en el sector turístico de València, contrastando con la evolución positiva que se ha observado en otras regiones de la Comunitat Valenciana y en el resto de España. Según el Barómetro del Sector Hotelero del primer trimestre de 2025, elaborado por la consultora Cushman & Wakefield, los hoteles de la capital del Túria han experimentado una disminución del 10% en sus precios, sin embargo, esta estrategia no ha logrado revertir la caída en la ocupación hotelera. Este fenómeno ha sido especialmente notorio tras tres años consecutivos de crecimiento en las ventas turísticas.
Los hoteleros de València han señalado que el inicio del año ha sido desalentador, con una notable reducción en la llegada de turistas. Las condiciones climáticas adversas, que incluyeron un marzo más frío y húmedo de lo habitual, han influido en esta tendencia. Las Fallas de 2025, un evento emblemático en la ciudad, se recordarán no solo por su espectacularidad, sino también por las inclemencias del tiempo que afectaron su celebración. La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha indicado que la semana de las Fallas se situó entre las más frías de los últimos cien años, lo que ha contribuido a la percepción negativa de los turistas sobre la ciudad.
### La Influencia del Clima en la Decisión de Viaje
El clima ha sido un factor determinante en la decisión de muchos turistas de no visitar València. Juan Carlos Sanjuan, fundador de la cadena Casual Hoteles, ha expresado su preocupación por el impacto duradero de la dana en la imagen de la ciudad. Según él, «cuando llueve, la gente no quiere venir». Esta percepción ha llevado a una disminución en las reservas, lo que ha obligado a los hoteleros a bajar sus precios sin lograr atraer a más clientes. El barómetro de Cushman & Wakefield ha cuantificado esta caída, revelando que el ingreso medio por habitación disponible ha disminuido un 10,8%, pasando de 112,1 euros a 105,6 euros en el primer trimestre de 2025.
La tasa de ocupación también ha sufrido un descenso significativo, cayendo del 75,9% en 2024 al 71,8% en el presente año. Este descenso es alarmante, especialmente en comparación con el resto de España, donde el precio medio de los hoteles ha aumentado un 5% y la ocupación ha crecido un 0,8%. La situación en València es aún más preocupante en el segmento de hoteles de cuatro estrellas, donde la caída de ocupación ha sido notable.
Fidel Molina, fundador de Myr Hotels, ha corroborado esta tendencia, afirmando que las lluvias han frenado las reservas. En los primeros meses del año, se registraron caídas del 30% en enero, del 20% en febrero y del 10% en marzo. Esta disminución ha tenido un efecto dominó, resultando en la cancelación de numerosos eventos y congresos que son vitales para el turismo de negocios en la ciudad.
### La Respuesta del Sector Hotelero
La patronal hotelera valenciana, Hosbec, ha alertado sobre la situación crítica que enfrenta València en comparación con otras provincias de la Comunitat Valenciana. Mientras que Alicante y Castellón han mostrado un desempeño turístico positivo, València ha luchado por recuperar su atractivo. En marzo, la provincia de Alicante alcanzó una ocupación hotelera del 84,2%, con Benidorm registrando un 77,2% y la Costa Blanca en general manteniendo cifras similares. En contraste, València ha perdido casi 10 puntos en su tasa de ocupación, lo que ha llevado a una reducción del 23% en mercados clave como el alemán y el estadounidense.
Los datos de Cushman & Wakefield también indican que los hoteles de Benidorm han visto un aumento en la rentabilidad, con un incremento del 15,7% en el ingreso por habitación disponible. Esta disparidad en el rendimiento turístico entre València y otras áreas de la Comunitat Valenciana resalta la necesidad de estrategias efectivas para revitalizar el sector en la capital.
La situación actual del turismo en València es un claro reflejo de cómo factores externos, como el clima y eventos naturales, pueden influir drásticamente en la economía local. La recuperación del sector dependerá de la capacidad de los hoteleros y las autoridades locales para abordar estos desafíos y restaurar la confianza de los turistas en la ciudad. La resiliencia y la adaptación serán clave para que València vuelva a ser un destino turístico atractivo en el futuro.