Un hallazgo histórico ha capturado la atención de historiadores y entusiastas por igual: una carta encriptada de la familia Borja, descubierta en el ducado de Gandía, ha sido desencriptada gracias a la combinación de inteligencia artificial y el ingenio humano. Este documento, que se creía perdido en el tiempo, ofrece una ventana fascinante a la historia de una de las familias más influyentes de la época, y su desencriptación ha revelado detalles intrigantes sobre su contenido y contexto.
La carta fue encontrada en el Archivo Histórico de la Nobleza, donde se custodian documentos de gran relevancia histórica. Según los expertos, el texto podría datar de finales del siglo XVI o principios del XVII, un periodo en el que el ducado estaba bajo la dirección de Carlos de Borja Castro y Magdalena de Centelles. Sin embargo, el contenido de la carta permanecía oculto debido a su encriptación, lo que generó un desafío para los investigadores.
### La Llamada a la Colaboración
En agosto de 2024, los Archivos Estatales lanzaron un llamado a la colaboración pública para ayudar a desencriptar el texto. La respuesta fue abrumadora, con numerosos usuarios utilizando herramientas de inteligencia artificial para intentar descifrar el mensaje. Sin embargo, muchos de los resultados obtenidos eran poco fiables, lo que llevó a los técnicos del Archivo a buscar aportaciones más sólidas.
Dos académicos, el doctor en filología Alfonso Boix Jovani y el doctor en sociología Francesc Jesús Hernández Dobón, presentaron resultados que, aunque obtenidos mediante métodos diferentes, mostraron una notable coincidencia. Boix se centró en identificar patrones en el texto, mientras que Hernández Dobón utilizó una IA especializada en lenguaje que realizó un análisis de frecuencias de letras y palabras. Ambos enfoques complementaron sus hallazgos, lo que permitió finalmente descifrar el mensaje oculto.
Boix identificó la combinación de letras “gms” como una palabra clave que se repetía en el texto, traduciéndola como “que”. A partir de esta base, comenzó a probar diferentes equivalencias hasta dar con las correctas. Por su parte, Hernández Dobón utilizó la IA para detectar palabras más complejas, como “Barcelona” y “Montserrat”, lo que le llevó a concluir que el documento era de carácter eclesiástico y probablemente escrito en valenciano.
### Revelaciones del Mensaje
Una vez desencriptado el texto, los historiadores pudieron deducir que el destinatario de la carta se encontraba en Barcelona. El documento comenzaba con un acuse de recibo de una carta enviada desde Montserrat, lo que sugiere una conexión con la famosa abadía benedictina. El emisor, por otro lado, utilizaba tiempos verbales que apuntaban a su origen valenciano.
El contenido de la carta también hacía referencia a “revoluciones” en un contexto que podría estar relacionado con las tensiones políticas en Cataluña durante el siglo XVII. Esto llevó a los investigadores a especular que el término podría referirse a las agitaciones sociales de la época, como la revuelta de los campesinos o la expulsión de los moriscos en 1609.
Además, el mensaje incluía una inquietante frase: “y habiendo bebido de las aguas del Tíber”, que sugiere un cambio significativo en la situación del receptor. Este comentario es particularmente intrigante, dado que el II duque de Gandía, Juan de Borja Cattanei, fue encontrado muerto en el Tíber en 1497, lo que añade un matiz de misterio a la carta.
El documento también menciona a un duque que estaba molesto porque el receptor no se había sentado a su mesa, lo que ha llevado a los investigadores a considerar la posibilidad de que la carta estuviera relacionada con el cardenal Gaspar de Borja y Fernández de Velasco, aunque no hay pruebas concluyentes que lo confirmen. Los expertos han descartado que la carta pertenezca a otros miembros de la familia Borja, como Lucrecia de Borja, cuyas encriptaciones han sido estudiadas en Italia.
La desencriptación de esta carta no solo ha resuelto un enigma histórico, sino que también ha demostrado el poder de la colaboración entre la tecnología moderna y el conocimiento académico. Este caso es un ejemplo de cómo la inteligencia artificial puede ser una herramienta valiosa en la investigación histórica, permitiendo a los expertos acceder a información que de otro modo podría permanecer oculta para siempre. La combinación de métodos tradicionales y tecnológicos ha abierto nuevas puertas en el estudio de la historia, y el legado de los Borja sigue vivo, revelando secretos que han permanecido en la penumbra durante siglos.