La situación actual del FC Barcelona es motivo de preocupación para sus aficionados y analistas del fútbol. Con una racha de nueve partidos consecutivos encajando goles, el equipo se enfrenta a un dilema que va más allá de la simple fragilidad defensiva. La falta de presión en el medio campo y la descoordinación en la línea defensiva son solo algunos de los factores que contribuyen a esta crisis. En este artículo, exploraremos las causas de esta vulnerabilidad y cómo el equipo puede revertir la situación.
### La Fragilidad Defensiva del Barça
Desde el 21 de septiembre, cuando el Barcelona mantuvo su portería a cero en un partido contra el Getafe, el equipo ha encajado un total de 14 goles en nueve encuentros. Este dato es alarmante, especialmente considerando que el último partido, un empate 3-3 contra el Brujas, evidenció las debilidades del equipo. Hansi Flick, el entrenador, ha señalado que el verdadero problema no radica únicamente en la defensa, sino en la falta de presión en el medio campo. Esta falta de presión permite que los rivales avancen con facilidad hacia el área, lo que se traduce en ocasiones claras de gol.
A pesar de que el Barcelona lidera la estadística de fueras de juego provocados en Europa, con un promedio de 4.91 por partido, esto no es suficiente para ocultar la realidad de que los rivales están encontrando formas efectivas de superar su defensa. La línea defensiva, que en teoría debería ser una fortaleza, se ha convertido en un punto débil debido a la incapacidad del equipo para mantener la presión en el medio campo.
### Problemas en el Medio Campo y Descoordinación
El análisis táctico revela que el Barcelona está perdiendo el balón en zonas críticas del campo, lo que agrava su situación defensiva. Con 202 pérdidas en el último tercio de la Liga, el equipo se encuentra entre los peores en este aspecto. La falta de coordinación entre los jugadores también es evidente. Por ejemplo, Marc Casadó, quien fue una pieza clave en la presión del equipo la temporada pasada, ahora lucha por ganar duelos individuales. Su porcentaje de duelos ganados ha disminuido, lo que refleja una falta de forma física y una incapacidad para adaptarse a las exigencias del juego actual.
Fermín López, otro jugador clave, a menudo presiona de manera aislada, lo que genera espacios en el medio campo. Esta descoordinación se traduce en oportunidades para los rivales, quienes pueden avanzar con facilidad hacia el área del Barcelona. En el partido contra el Brujas, el equipo belga necesitó solo tres toques para crear ocasiones de gol, lo que pone de manifiesto la fragilidad del sistema defensivo del Barça.
La situación se complica aún más cuando los centrales, como Ronald Araujo, se ven obligados a defender en espacios abiertos sin el apoyo necesario. Araujo, en particular, ha sido criticado por su falta de agresividad al enfrentar a los atacantes rivales, lo que permite que estos tengan tiempo y espacio para pensar y ejecutar sus jugadas. Esta falta de proactividad en la defensa es un síntoma de un problema más profundo que afecta al equipo en su conjunto.
### La Respuesta de los Rivales
Los equipos rivales han comenzado a adaptarse a las debilidades del Barcelona. En lugar de atacar directamente la línea defensiva, están utilizando estrategias que les permiten superar la presión del medio campo. Equipos como el Brujas y el PSG han demostrado que, al jugar balones largos a las bandas y ganar duelos en el medio campo, pueden desestabilizar la defensa del Barça. Esta estrategia obliga a los laterales a enfrentarse a situaciones de uno contra uno, lo que aumenta la presión sobre ellos y expone aún más las debilidades del equipo.
La falta de sincronización en el sistema de juego de Flick se vuelve evidente cuando hay rotaciones o lesiones en el equipo. La presión coordinada y la capacidad para ganar duelos individuales son esenciales para el éxito del sistema, y cuando estos elementos fallan, el equipo se convierte en un blanco fácil para los rivales.
A pesar de que las cifras ofensivas del Barcelona son impresionantes, con un promedio de 2.50 goles esperados por partido, la regresión en su defensa es alarmante. La combinación de una presión ineficaz, duelos perdidos y descoordinación en el medio campo está llevando al equipo a una situación crítica. Sin una solución rápida, el Barcelona podría seguir enfrentándose a problemas defensivos que afecten su rendimiento en la liga y en competiciones europeas.