El Atlético de Madrid ha dado un paso significativo en su historia reciente al anunciar la entrada de Apollo Sports Capital como nuevo accionista mayoritario del club. Esta operación, que marca el final de 38 años de control familiar por parte de la familia Gil, representa un cambio estructural importante, aunque no implica una ruptura total con el pasado. Miguel Ángel Gil Marín continuará como consejero delegado y Enrique Cerezo seguirá en su rol de presidente, lo que sugiere que la transición se llevará a cabo con una continuidad en la gestión.
### Un legado de éxitos y controversias
La historia del Atlético de Madrid bajo la presidencia de Jesús Gil comenzó el 26 de junio de 1987, cuando fue elegido presidente del club. Su llegada marcó el inicio de una era llena de altibajos, donde el equipo experimentó tanto éxitos deportivos como escándalos judiciales. Gil fue conocido por su estilo de gestión controvertido, que incluyó decisiones audaces como el fichaje de Paulo Futre, presentado en una discoteca antes de las elecciones, lo que le aseguró el triunfo electoral.
La transformación del club en una Sociedad Anónima Deportiva en 1992 fue un punto de inflexión. Gil y Cerezo aportaron capital para asegurar el control del club, aunque posteriormente se reveló que este desembolso fue ficticio, lo que llevó a investigaciones judiciales. A pesar de las irregularidades, Gil mantuvo el control del club hasta su fallecimiento en 2004, momento en el que su hijo, Miguel Ángel Gil Marín, asumió la dirección.
Durante la presidencia de Jesús Gil, el Atlético vivió momentos de gloria, como el doblete de Liga y Copa en la temporada 1995-96, pero también sufrió un descenso a Segunda División en el año 2000, lo que llevó a una intervención judicial. Esta inestabilidad se tradujo en la rotación de entrenadores, con 38 cambios en 16 temporadas, reflejando la falta de una dirección clara.
### La era de Miguel Ángel Gil Marín
Desde 2004, Miguel Ángel Gil Marín ha liderado el club hacia una nueva etapa de profesionalización y crecimiento. La llegada de Diego Simeone como entrenador en 2011 fue un punto de inflexión, ya que bajo su dirección, el Atlético ha ganado 10 títulos, incluyendo dos Ligas y ha disputado finales de Champions League. Este éxito deportivo ha ido acompañado de un crecimiento económico notable, con un presupuesto que pasó de 130 millones en 2011 a más de 500 millones en 2020.
La mudanza al Estadio Metropolitano en 2017 también marcó un hito en la historia del club, proporcionando una infraestructura moderna y adecuada para un club de su envergadura. Además, la gestión de Gil Marín ha atraído inversiones internacionales significativas, como la participación de Wanda Group y Quantum Pacific, lo que ha permitido al club mejorar su estructura financiera.
Con la reciente entrada de Apollo Sports Capital, el Atlético de Madrid se enfrenta a una nueva etapa que promete fortalecer aún más su posición en el fútbol europeo. Apollo ha adquirido entre el 51% y el 57% de las acciones del club, lo que le otorga un control decisivo en las decisiones estratégicas. Esta operación valora al Atlético en 2.500 millones de euros, incluyendo una deuda estimada de 500 millones.
A pesar de este cambio en la propiedad, la continuidad parece ser la clave. Gil Marín conservará un 10% del accionariado y seguirá como CEO, mientras que Cerezo mantendrá su cargo de presidente. Esta estructura sugiere que el club no solo busca estabilidad en su gestión, sino también una expansión hacia el capital global, manteniendo su identidad y legado.
Apollo Sports Capital ha elogiado la labor de Gil Marín, destacando su papel fundamental en la transformación del club. La inversión del fondo estadounidense no solo representa un respaldo financiero, sino también una hoja de ruta clara para el futuro del Atlético de Madrid. La frase «Nunca dejes de creer» sigue siendo el lema del club, y con esta nueva etapa, los aficionados esperan que el Atlético continúe su camino hacia la grandeza en el fútbol mundial.
