Un reciente apagón eléctrico ha dejado a muchos valencianos en situaciones críticas, especialmente a aquellos que se encontraron atrapados en ascensores. Este fenómeno, que sorprendió a la población, generó una serie de rescates que han sido reportados por el Consorcio de Bomberos, que recibió cerca de 70 avisos de rescate en ascensores en la provincia de València. La mayoría de estos incidentes se concentraron en la capital y en grandes ciudades como Torrent.
Entre las historias más impactantes se encuentra la de Concha Medina, una vecina de 63 años de Torrent, quien junto a su marido y su nieto, quedó atrapada en el ascensor de su edificio. Lo curioso de su situación es que esta no fue la primera vez que experimentaron un incidente similar; de hecho, el día anterior también se habían quedado encerrados en el mismo ascensor, a la misma hora, debido a un fallo en el aparato. Concha relata que, en esa ocasión, lograron salir en 20 minutos gracias a la intervención de un técnico de ascensores. Sin embargo, esta vez la situación fue mucho más angustiante, ya que permanecieron atrapados durante una hora y media en la oscuridad, sin poder comunicarse con el exterior debido al apagón general.
La experiencia fue aterradora para Concha y su familia. Mientras intentaban pedir ayuda, se dieron cuenta de que no podían comunicarse con los servicios de emergencia, ya que las líneas estaban caídas. «Probé con el teléfono de Emergencias 112 y daba error, con la Policía Local, los Bomberos, y aun número de atención para incidencias del ascensor, y tampoco nada», explica. La angustia aumentó al enterarse de que el apagón afectaba no solo a su edificio, sino a toda la ciudad y, eventualmente, a todo el país. «No sabes el tiempo que vas a estar ahí, y te entra una calor y unos nervios, es un poco desesperante», confiesa.
Finalmente, tras una larga espera, los vecinos lograron abrir la puerta exterior del ascensor, pero la puerta metálica corredera seguía cerrada. Después de varios intentos fallidos, el marido de Concha, Pepe, logró abrir las puertas interiores lo suficiente para que pudieran salir. «Ya me veía comiéndome los chorizos de la torrà en el ascensor», bromea Concha, aliviada de haber salido de esa situación tan angustiante.
La experiencia de Concha no es un caso aislado. El apagón ha dejado a muchas personas en situaciones similares, lo que ha llevado a un aumento en la preocupación sobre la seguridad de los ascensores durante cortes de energía. La falta de comunicación y la incertidumbre sobre el tiempo que se puede estar atrapado son factores que generan un alto nivel de estrés y ansiedad en quienes se encuentran en estas circunstancias.
La situación también ha puesto de relieve la importancia de contar con sistemas de emergencia más efectivos en los ascensores. Muchos edificios no están equipados con mecanismos que permitan a las personas atrapadas comunicarse con el exterior o salir de manera segura en caso de un apagón. Esto ha llevado a un llamado a las autoridades y a las empresas de mantenimiento de ascensores para que revisen y mejoren la seguridad de estos dispositivos, especialmente en áreas donde los apagones son más frecuentes.
En el caso de Concha, la experiencia ha cambiado su perspectiva sobre el uso del ascensor. «Creo que el ascensor no lo voy a tocar en un poco de tiempo», comenta, reflejando el miedo que ha dejado esta experiencia. La historia de Concha y su familia es un recordatorio de que, aunque la tecnología ha avanzado, aún existen riesgos que deben ser considerados y mitigados para garantizar la seguridad de los ciudadanos.
El apagón que afectó a València y otras regiones de España ha sido un evento que ha dejado huella en la memoria colectiva de sus habitantes. Las historias de quienes quedaron atrapados en ascensores son solo una parte de un fenómeno más amplio que ha generado preocupación y ha puesto de manifiesto la necesidad de una infraestructura más robusta y segura. A medida que las ciudades continúan creciendo y modernizándose, es esencial que se preste atención a estos aspectos de seguridad para evitar que situaciones como la vivida por Concha y su familia se repitan en el futuro.