El verano, que tradicionalmente se asocia con el descanso y la desconexión, se ha convertido en un periodo de trabajo a medio gas para muchos directores generales en España. Un reciente análisis ha revelado que siete de cada diez CEOs no logran desconectar completamente durante sus vacaciones, dedicando entre una y dos horas diarias a tareas laborales. Este fenómeno plantea interrogantes sobre la cultura laboral y la salud mental de los líderes empresariales en el país.
### La Realidad de las Vacaciones para los Directivos
El estudio realizado por Catenon muestra que, aunque los directivos intentan reducir su carga laboral durante el verano, la realidad es que las jornadas laborales no desaparecen, sino que se ajustan. La mayoría de los directores generales comienza su día laboral más tarde, alrededor de las diez o diez y media de la mañana, y aprovechan las horas de la tarde para atender correos electrónicos, realizar llamadas o tomar decisiones urgentes. Esta situación se convierte en un ciclo donde los fines de semana son los únicos momentos en que realmente intentan desconectar.
La duración de las vacaciones también ha cambiado. Muchos directivos optan por tomarse dos semanas, pero a menudo estas se fraccionan en periodos más cortos. Durante este tiempo, los segundos al mando, como directores generales adjuntos o directores financieros, asumen la responsabilidad de la operativa diaria. Este relevo temporal no solo es crucial para mantener el funcionamiento de la empresa, sino que también resalta la importancia de contar con equipos bien preparados y capaces de asumir roles estratégicos en ausencia del líder principal.
Mariana Spata, Managing Director de Catenon, señala que este análisis pone de manifiesto que la desconexión total sigue siendo un reto para la alta dirección. Sin embargo, también indica que los equipos de segunda línea están ganando protagonismo, lo que refleja una madurez organizativa en las empresas. Esta tendencia no es exclusiva de España; a nivel mundial, muchos directivos enfrentan la misma dificultad para desconectar durante sus vacaciones, aunque en Estados Unidos la desconexión total es más común debido a sus periodos vacacionales más cortos.
### La Presión de la Responsabilidad
La presión que sienten los directivos para estar siempre disponibles, incluso durante sus días de descanso, es un factor determinante en esta falta de desconexión. A menudo, los líderes asumen que deben estar al tanto de todo lo que ocurre en la empresa, lo que les impide disfrutar plenamente de su tiempo libre. A pesar de que comprenden la importancia de que sus empleados se desconecten completamente, ellos mismos no logran hacerlo.
En respuesta a esta situación, algunas empresas están comenzando a implementar políticas más flexibles que permiten a los empleados disfrutar de días libres adicionales para asuntos personales, cumpleaños o incluso semanas laborales intensas. Estas iniciativas buscan fomentar un mejor equilibrio entre la vida laboral y personal, lo que podría ayudar a los directivos a replantearse su relación con el trabajo durante las vacaciones.
El regreso a la rutina en septiembre suele ser intenso para los directivos. Este mes se caracteriza por un enfoque renovado en el desarrollo de negocios, innovación y transformación. La inestabilidad mundial y las disrupciones geopolíticas también juegan un papel importante, ya que los líderes deben estar atentos a los cambios que pueden afectar a sus organizaciones. Según Catenon, septiembre es un mes revelador para el liderazgo, donde se pone a prueba la capacidad de los directivos para gestionar bajo presión y equilibrar las necesidades del negocio con las de su equipo.
Mariana Spata enfatiza que el verano es un claro indicador de que los directivos no logran desconectar del todo. Aunque intentan reducir su carga laboral y retrasar el inicio de la jornada, el trabajo nunca desaparece por completo. Este patrón se ha observado en más de un centenar de directivos consultados, lo que sugiere que la falta de desconexión es una tendencia generalizada en el ámbito empresarial.
La cultura laboral en España, especialmente entre los altos directivos, necesita una reevaluación. La desconexión total no solo es fundamental para la salud mental y el bienestar de los líderes, sino que también puede influir en la cultura organizativa y la productividad a largo plazo. Fomentar un entorno donde los directivos puedan desconectar realmente durante sus vacaciones podría resultar en un liderazgo más efectivo y en equipos más motivados y comprometidos.
En un mundo donde la tecnología permite estar conectados en todo momento, es esencial que los líderes encuentren formas de desconectar y recargar energías. Solo así podrán enfrentar los desafíos del futuro con una mente clara y renovada.