A medida que se aproxima el otoño, la preocupación por posibles inundaciones en la Comunidad Valenciana se intensifica, especialmente tras los devastadores efectos de la dana que tuvo lugar el pasado 29 de octubre. Vicente Martínez Mus, conseller de Medio Ambiente, Infraestructuras y Territorio, ha expresado su inquietud sobre la falta de preparación de la zona cero, afirmando que no se han realizado mejoras significativas en la infraestructura desde la tragedia. En una reciente entrevista, el conseller subrayó que la responsabilidad de esta situación recae en la Confederación Hidrográfica del Júcar, que ha sido criticada por la lentitud en la ejecución de las obras necesarias para mitigar el impacto de futuras riadas.
Martínez Mus ha señalado que la falta de colaboración con el Gobierno de España ha complicado aún más la situación. A pesar de que se han destinado 417 millones de euros para la reconstrucción de infraestructuras dañadas, el conseller ha lamentado que el sistema de subvenciones no ha funcionado de manera eficiente, lo que ha retrasado el proceso de recuperación. La empresa pública Vaersa ha sido designada para llevar a cabo las obras de reconstrucción del alcantarillado en 90 ayuntamientos afectados, pero la ejecución de estas obras sigue siendo un tema de preocupación.
**Infraestructuras y Transporte: Un Futuro Incierto**
El conseller también ha abordado el estado de las infraestructuras de transporte en la región. En cuanto a la red de Metrovalencia, ha reconocido que se requieren mejoras para aumentar la frecuencia de los servicios, pero ha advertido que la Generalitat enfrenta problemas de infrafinanciación que dificultan la implementación de estas mejoras. A pesar de estos desafíos, Martínez Mus se mostró satisfecho con el estado de las 18 carreteras de titularidad autonómica que fueron afectadas, asegurando que están completamente recuperadas con soluciones definitivas.
Sin embargo, la situación es diferente para las carreteras de competencia estatal. El bypass en la A3 aún está pendiente de una solución definitiva, aunque se ha implementado una solución provisional. La recuperación de la línea C3 de Cercanías también es motivo de preocupación, ya que no se ha establecido una fecha para su reactivación, lo que afecta la comunicación en varias áreas de la provincia.
**Relaciones Institucionales y la Respuesta a la Crisis**
La relación entre la Generalitat y el Gobierno de España ha sido un punto de fricción, con Martínez Mus criticando la falta de comunicación y colaboración. A pesar de sus esfuerzos, no ha logrado reunirse con la ministra de Transición Ecológica, lo que considera incomprensible. En contraste, ha destacado la buena comunicación con el Ministerio de Infraestructuras, donde ha mantenido reuniones regulares para abordar la situación tras la dana.
El conseller también ha enfatizado la importancia de la colaboración con los ayuntamientos, especialmente en el contexto de un proyecto de parque inundable que se está diseñando. La próxima reunión con los responsables municipales busca fortalecer esta colaboración y abordar las preocupaciones de cada municipio sobre el impacto de las obras en su autonomía y desarrollo.
A pesar de las críticas hacia el Gobierno central, Martínez Mus ha defendido la gestión del president de la Generalitat, Carlos Mazón, asegurando que está comprometido con las necesidades de las víctimas de la dana. Aunque no se ha reunido con las principales asociaciones de víctimas, ha afirmado que la interacción ha sido continua desde el primer día, y que se intensificará según sea necesario.
El conseller ha manifestado que su prioridad es la recuperación de la infraestructura y la atención a las víctimas, dejando de lado las especulaciones sobre el futuro político del president. En su opinión, lo más importante es garantizar que las víctimas cuenten con el apoyo del gobierno valenciano y que se tomen las medidas necesarias para prevenir futuros desastres.
En resumen, la Comunidad Valenciana se enfrenta a un panorama complicado en términos de preparación ante inundaciones. A medida que se acerca el otoño, la falta de avances significativos en la infraestructura y la relación tensa con el Gobierno central plantean serios desafíos para la región. La atención a las necesidades de las víctimas y la mejora de las infraestructuras serán cruciales para mitigar el impacto de futuros fenómenos meteorológicos adversos.