La Prueba de Acceso a la Universidad (PAU) de 2025 ha dejado a muchos estudiantes valencianos en una situación inesperada. Con un examen considerado el más exigente desde 2019, las calificaciones han caído drásticamente, generando una ola de incertidumbre entre los jóvenes que aspiran a ingresar a la universidad. Este año, el número de alumnos que se presentará a la segunda convocatoria ha aumentado significativamente, un fenómeno poco común en años anteriores.
La PAU, que tradicionalmente ha sido un momento crucial en la vida académica de los estudiantes, ha mostrado un panorama desalentador. Varios institutos han reportado que alumnos que normalmente obtienen calificaciones sobresalientes han tenido que conformarse con notas apenas suficientes. Por ejemplo, Mireia Fabra, una estudiante del IES Almussafes, compartió su experiencia: «Mi media en Latín es de 7 y saqué un 4,15. Varias amigas de 9 han sacado un 6. Estamos todas pidiendo revisión porque no nos esperábamos esta nota». Esta situación ha llevado a muchos a inscribirse en la segunda convocatoria, programada para los días 1, 2 y 3 de julio, con la esperanza de mejorar sus calificaciones y asegurar su ingreso a carreras como Magisterio.
La sorpresa y frustración son sentimientos comunes entre los estudiantes. Muchos se prepararon intensamente para el examen, pero el resultado no fue el esperado. La decisión de descontar más puntos por faltas de ortografía ha sido un factor que ha contribuido a la caída de las notas. Mireia, nuevamente, expresó su descontento: «No nos lo esperábamos. Yo pensaba que había hecho bien el examen de Latín y resulta que lo había suspendido». Esta situación ha generado un ambiente de ansiedad entre aquellos que no se presentarán a la segunda convocatoria, ya que no saben si sus calificaciones serán suficientes para acceder a sus carreras deseadas.
El impacto de las calificaciones en el acceso a la universidad es un tema que preocupa a muchos. Aunque la disminución de las notas no es necesariamente negativa, ya que podría llevar a una reducción en las notas de corte para las carreras, los estudiantes suelen basar sus expectativas en las cifras del año anterior. David Giménez, otro estudiante del IES Almussafes, comentó: «Pasaremos un mes con mucho malestar. Suponemos que las notas de corte han bajado, pero no tenemos forma de saber que es así». La incertidumbre se convierte en un compañero constante para aquellos que esperan los resultados finales el 11 de julio.
La PAU de 2025 también ha sido un reflejo de los cambios en el sistema educativo tras la pandemia. Durante los últimos años, las facilidades otorgadas a los estudiantes para afrontar los exámenes habían llevado a un aumento en las calificaciones. Sin embargo, este año, la tendencia parece haberse revertido. Algunos educadores argumentan que las medidas implementadas durante la crisis sanitaria, que inicialmente buscaban apoyar a los estudiantes, han terminado por perjudicarlos. Un docente comentó: «Es cierto que no era normal lo de los últimos años. Antes de la pandemia había 6 carreras con más de un 13 de nota en toda España y el año pasado creo que había 35». La presión por mantener estándares académicos se ha intensificado, y muchos estudiantes se sienten atrapados entre las expectativas y la realidad.
Además, se ha señalado una discrepancia en las calificaciones entre los estudiantes de centros públicos y privados. Un informe del Observatorio del Sistema Universitario (OSU) reveló que los alumnos de centros privados y concertados tienden a obtener calificaciones significativamente más altas en la PAU. Esto ha generado un debate sobre la equidad en el acceso a la educación superior y la necesidad de revisar los criterios de evaluación. La diferencia en el rendimiento académico entre los distintos tipos de instituciones educativas plantea preguntas sobre la preparación y el apoyo que reciben los estudiantes en sus trayectorias académicas.
A medida que se acerca la segunda convocatoria, los estudiantes se preparan para enfrentar nuevamente el desafío de la PAU. La presión es palpable, y muchos están buscando maneras de optimizar su rendimiento en las asignaturas donde han tenido dificultades. La incertidumbre sobre las notas de corte y la posibilidad de mejorar sus calificaciones se convierten en motivaciones para aquellos que se presentan a esta segunda oportunidad. La PAU de 2025 no solo ha sido un examen, sino un reflejo de las tensiones y desafíos que enfrentan los estudiantes en un contexto educativo en constante cambio.