Los festejos taurinos en Moncada han vuelto a generar controversia este fin de semana, reviviendo las tensiones entre los vecinos y las autoridades locales. Este evento, que se celebra anualmente, ha sido objeto de quejas por parte de los residentes, quienes han expresado su descontento por la falta de comunicación y las molestias que estos festejos les ocasionan. En 2024, los habitantes de las calles Llíria y Santa Bárbara ya habían denunciado que se enteraron de la celebración de los ‘bous al carrer’ a través de carteles colocados días antes, lo que les dejó sin tiempo para prepararse para las molestias que estos eventos traen consigo.
La situación se ha vuelto aún más crítica este año, ya que los vecinos temían que las quejas del año anterior no fueran escuchadas. En reuniones previas con el concejal de Fiestas, Martín Pérez, los residentes solicitaron un cambio de ubicación para los festejos, argumentando que la actual localización causa un gran impacto en su calidad de vida. Según ellos, el concejal les aseguró que se tomarían medidas para minimizar las molestias, pero la realidad ha demostrado lo contrario. Este fin de semana, los festejos se llevaron a cabo en la misma ubicación, lo que ha llevado a los vecinos a sentirse traicionados.
### La Resistencia de los Vecinos
Los residentes de Moncada han decidido no quedarse de brazos cruzados ante esta situación. En un escrito presentado al ayuntamiento, han anunciado su intención de tomar medidas legales contra lo que consideran un «engaño» por parte de las autoridades. La indignación es palpable, ya que muchos de ellos sienten que sus preocupaciones han sido ignoradas. «Nosotros confiamos y nos han engañado. Nuestro ayuntamiento nos ha mentido», expresan con frustración.
La federación de ‘bous’ ha defendido la ubicación actual, argumentando que es la menos perjudicial para los vecinos. Sin embargo, los residentes no comparten esta opinión y han manifestado que el ruido, la suciedad y los daños a sus propiedades son inaceptables. En 2024, las quejas incluyeron la presencia de «quince horas de reguetón», así como la acumulación de basura y otros desechos en las calles, lo que ha llevado a un deterioro de la convivencia en la zona.
Las redes sociales han sido un canal importante para que los vecinos expresen su descontento. Varias peñas taurinas han compartido imágenes y videos de los festejos, lo que ha intensificado la frustración de quienes se sienten desatendidos por el ayuntamiento. La falta de comunicación y la percepción de que sus voces no son escuchadas han llevado a un clima de desconfianza entre los residentes y sus representantes.
### La Respuesta del Ayuntamiento
Ante la creciente tensión, el ayuntamiento ha optado por no hacer declaraciones públicas sobre el asunto. Sin embargo, han indicado que han adaptado las estructuras para los festejos a la normativa establecida por la Generalitat Valenciana. Esta respuesta ha sido considerada insuficiente por los vecinos, quienes exigen un diálogo más abierto y soluciones efectivas a sus problemas.
La situación en Moncada es un reflejo de un conflicto más amplio que se vive en muchas localidades donde los festejos taurinos son parte de la tradición cultural. La lucha entre la preservación de estas tradiciones y el derecho de los ciudadanos a vivir en un entorno libre de molestias es un tema que genera divisiones en la comunidad. Mientras algunos defienden la celebración de estos eventos como parte de su identidad cultural, otros abogan por un enfoque más respetuoso hacia la convivencia y el bienestar de los vecinos.
Los festejos taurinos en Moncada no solo son un evento social, sino que también han puesto de manifiesto la necesidad de un diálogo más efectivo entre las autoridades y los ciudadanos. La falta de comunicación y la percepción de que las promesas no se cumplen han llevado a un clima de desconfianza que podría tener repercusiones a largo plazo en la relación entre los vecinos y el ayuntamiento. La situación actual plantea preguntas sobre cómo se pueden equilibrar las tradiciones culturales con el derecho de los ciudadanos a disfrutar de un entorno tranquilo y saludable. A medida que los festejos continúan, la comunidad de Moncada se enfrenta a un desafío que va más allá de los toros: la búsqueda de un espacio donde todos puedan convivir en armonía.