El mundo del motorsport ha sido testigo de historias de superación y resiliencia, pero pocas son tan impactantes como la de Carlos Tatay. Este joven piloto valenciano, que sufrió un grave accidente en 2023 que le dejó con una lesión medular incompleta, ha decidido regresar a la competición con un nuevo objetivo: competir en las prestigiosas 24 Horas de Le Mans. Su historia no solo es un testimonio de su valentía, sino también un ejemplo de cómo la pasión y la determinación pueden superar las adversidades más difíciles.
### Un Accidente que Cambió Todo
El 2 de julio de 2023, Carlos Tatay se encontraba en la cúspide de su carrera en el Europeo de Moto2. Con solo 20 años, había demostrado su valía y había conseguido un contrato para competir en el Mundial de Moto2. Sin embargo, su sueño se desvaneció en un instante cuando, a una velocidad de 260 km/h, sufrió un accidente en el circuito de Portimão. El diagnóstico fue devastador: una lesión medular incompleta que lo obligó a adaptarse a una nueva vida en silla de ruedas.
A pesar de este duro golpe, Tatay no se dejó vencer. En lugar de rendirse, decidió que su pasión por el motorsport no podía terminar allí. «Tenía que empezar a dejar atrás lo que había sido mi anterior vida y empezar a pensar lo que podía hacer», comentó. Así, comenzó a explorar nuevas oportunidades en el automovilismo, un deporte que permite la participación de personas con discapacidades. Su determinación lo llevó a los rallys y, finalmente, al karting, donde pudo recuperar la emoción de competir.
### La Alianza con Carlos Mollá
El camino de Carlos Tatay hacia su regreso a la competición no lo recorrió solo. La figura de Carlos Mollá, co-fundador de Campos Racing, ha sido fundamental en este proceso. Mollá, con una vasta experiencia en el mundo del motorsport y un historial de trabajo con pilotos de renombre como Fernando Alonso y Marc Gené, se ha comprometido a ayudar a Tatay a relanzar su carrera.
«Me vi reflejado en Carlos porque de joven también quería competir y tuve que estudiar y trabajar para pagarme la moto», explicó Mollá. Esta conexión personal ha sido clave para establecer una relación de confianza y colaboración. Juntos, han trazado un plan para que Tatay compita en el Campeonato de España de GT en 2026, con la ambición de escalar hasta las 24 Horas de Le Mans.
Mollá ha destacado la importancia de conseguir patrocinadores y financiamiento para hacer realidad este sueño. «El campeonato de España de GT requiere un presupuesto anual de aproximadamente 250.000 euros para estar en un equipo con un BMW M4 GT4», detalló. La búsqueda de patrocinadores es un desafío, pero la historia de Tatay y su capacidad de inspirar a otros podría ser un atractivo para las marcas.
### Un Futuro Brillante
Carlos Tatay no solo está enfocado en su regreso a la competición, sino que también tiene un mensaje claro para aquellos que enfrentan adversidades: «El objetivo que persigo es escalar hasta llegar a Le Mans. He de volver a empezar desde Moto3, pero en coches de GT, y en un periodo entre 6 y 10 años poder llegar a ser uno de los mejores del mundo en esto». Su ambición y determinación son contagiosas, y su historia ha resonado en la comunidad del motorsport y más allá.
A pesar de los obstáculos, Tatay ha encontrado en su discapacidad una motivación adicional. «Mi discapacidad me ha obligado a entrenar más que el resto», afirmó. Su deseo de subir al podio algún día con la silla de ruedas es un testimonio de su espíritu indomable y su compromiso con el deporte.
El regreso de Carlos Tatay al motorsport es una historia que va más allá de la competición. Es un relato de superación, de lucha y de la búsqueda de un sueño que, a pesar de las dificultades, sigue vivo. Con el apoyo de personas como Carlos Mollá y la determinación de Tatay, el futuro del joven piloto parece prometedor. Su historia no solo inspira a otros deportistas, sino que también desafía las percepciones sobre las capacidades de las personas con discapacidades en el mundo del deporte.