La recaudación fiscal en España ha experimentado un notable incremento en los últimos años, especialmente en lo que respecta al Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA). Este aumento se ha visto impulsado por diversas reformas fiscales y cambios en la normativa que han afectado tanto a los productos de consumo básico como a los servicios. En este artículo, exploraremos cómo estas medidas han impactado la economía española y qué implicaciones tienen para los ciudadanos y el Estado.
**Evolución del IVA y su Impacto en la Recaudación**
En 2025, la recaudación por IVA alcanzó cifras récord, con un total de 69.393 millones de euros en los primeros ocho meses del año. Este aumento del 10% en comparación con el año anterior se atribuye principalmente a la eliminación de bonificaciones en alimentos y energía. La Agencia Tributaria ha señalado que la recuperación del IVA en productos de alimentación básicos ha generado ingresos adicionales de 1.295 millones de euros desde el inicio del año.
La decisión del Gobierno de reducir el IVA de los alimentos básicos a un 0% entre enero de 2023 y septiembre de 2024 fue una medida temporal para mitigar el impacto de la inflación provocada por la guerra en Ucrania. Sin embargo, a partir del 1 de enero de 2025, el IVA volvió al tipo superreducido habitual del 4%, lo que ha contribuido a un aumento en los precios de productos como huevos y frutas, que han visto incrementos de hasta el 15% en sus precios.
Además, la recaudación por IVA en 2022 fue de 82.595 millones de euros, un 17,3% más que en 2021, y continuó creciendo en 2023 y 2024. Este aumento se debe no solo a la inflación, que ha elevado el valor nominal de las transacciones gravadas, sino también a un mayor dinamismo en la economía. A pesar de las medidas de reducción temporal del IVA, el consumo de los hogares ha crecido, lo que ha permitido compensar la pérdida de ingresos por las bonificaciones.
**El Contexto de la Inflación y el Aumento de Impuestos**
La inflación ha sido un factor determinante en el aumento de la recaudación fiscal. En un contexto donde los precios de la energía y los alimentos han aumentado significativamente, el Gobierno ha tomado decisiones que han llevado a un incremento en la carga fiscal para los ciudadanos. Por ejemplo, las familias españolas han visto un aumento del 30% en el IRPF en la última década, debido a que este impuesto no se ha ajustado a la inflación.
Para hacer frente a la crisis energética de 2021, el Gobierno implementó reducciones en el IVA de la electricidad, que pasó del 21% al 10%, y posteriormente al 5%. Sin embargo, a partir del 1 de enero de 2025, el IVA de la electricidad volvió a su tasa original del 21%, lo que se espera que incremente las facturas de los hogares en un 24% en el próximo año. Esta decisión se tomó bajo la premisa de que la situación de emergencia en los precios energéticos había sido superada.
A pesar de las críticas y preocupaciones sobre el impacto de estas medidas en la economía familiar, el Estado ha logrado aumentar sus ingresos fiscales. En total, la recaudación fiscal en los primeros ocho meses de 2025 alcanzó los 209.851 millones de euros, lo que representa un incremento de 20.000 millones en comparación con el mismo periodo del año anterior. Este crecimiento ha sido impulsado principalmente por el IRPF, que ha visto un aumento significativo en su recaudación.
Sin embargo, no todos los sectores han experimentado un crecimiento en la recaudación. Por ejemplo, los ingresos por impuestos al alcohol han disminuido un 3% en el acumulado del año, lo que sugiere un cambio en los hábitos de consumo de la población. A pesar de que el IVA refleja un aumento general en el consumo, el gasto en alcohol ha mostrado una tendencia a la baja.
En resumen, el aumento de la recaudación fiscal en España, especialmente a través del IVA, refleja una combinación de factores que incluyen cambios en la normativa fiscal, la inflación y el dinamismo económico. Las decisiones del Gobierno en relación con el IVA de productos básicos y la electricidad han tenido un impacto significativo en la economía de los hogares, lo que plantea preguntas sobre la sostenibilidad de estas políticas a largo plazo y su efecto en el bienestar de los ciudadanos.