Amberes, la segunda ciudad más poblada de Bélgica, se presenta como un destino fascinante que combina historia, arte y modernidad. Conocida por su rica herencia cultural y su vibrante escena contemporánea, esta ciudad es un verdadero tesoro para los viajeros que buscan experiencias únicas. Desde su impresionante arquitectura hasta sus museos de renombre, Amberes ofrece una variedad de atracciones que no se pueden pasar por alto.
La Gran Plaza del Mercado es uno de los puntos más emblemáticos de Amberes. Este espacio, que data del siglo XVI, alberga el majestuoso Ayuntamiento, una obra maestra del estilo renacentista y gótico. En el centro de la plaza se encuentra la Fuente Brabo, que representa a un soldado romano que derrotó a un gigante, un símbolo de la historia local. Alrededor de la Grote Markt, los visitantes pueden admirar las casas gremiales, que añaden un encanto especial a este lugar histórico.
Otro monumento que destaca en Amberes es la Catedral de Nuestra Señora, considerada una de las más importantes de Europa. Esta impresionante catedral, que tardó 169 años en completarse, es famosa por su magnífico exterior y su imponente Torre Norte. El interior es igualmente impresionante, con vidrieras que datan de 1537 y obras de arte de maestros como Rubens y Murillo. La catedral no solo es un lugar de culto, sino también un centro de arte y cultura que atrae a miles de visitantes cada año.
Los museos de Amberes son otro de los grandes atractivos de la ciudad. El Museo Real de Bellas Artes (KMSKA) es el mayor museo de arte de Flandes y ha reabierto sus puertas tras una extensa renovación. Aquí, los visitantes pueden disfrutar de una colección que abarca desde el arte moderno hasta obras de los Primitivos Flamencos y del Barroco, con un enfoque especial en las obras de Rubens.
El MAS (Museum aan de Stroom) es otro museo que no se puede dejar de lado. Inaugurado en 2011, este museo se encuentra a orillas del río Escalda y es un ejemplo de arquitectura art déco posmoderna. Además de sus exposiciones, el MAS ofrece una terraza con vistas panorámicas de la ciudad y el puerto, lo que lo convierte en un lugar ideal para disfrutar de la belleza de Amberes desde las alturas.
El Museo Plantin-Moretusse, una antigua imprenta convertida en museo, es otro de los lugares que merece la pena visitar. Declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, este museo alberga un ejemplar de la Biblia de Gutenberg y varias obras de Rubens, lo que lo convierte en un destino imperdible para los amantes de la historia y la literatura.
Amberes también es conocida por su creatividad y su enfoque innovador. El Túnel de Santa Ana, que permite cruzar el río Escalda, es un ejemplo de esta modernidad. Con sus escaleras mecánicas de madera originales de 1933, este túnel es una de las atracciones más singulares de la ciudad. Los visitantes pueden acceder al túnel en ascensor, lo que facilita el cruce entre las dos orillas del río.
El Barrio de los Diamantes es otro aspecto fascinante de Amberes. Reconocida como la capital mundial de los diamantes, esta zona está llena de joyerías y talleres donde se puede observar el proceso de corte y pulido de estas piedras preciosas. Pasear por sus calles peatonales es una experiencia única, especialmente al encontrarse con la comunidad judía ortodoxa que ha estado vinculada al comercio de diamantes durante generaciones.
La arquitectura de Amberes es igualmente impresionante. El Edificio de la Autoridad Portuaria, inaugurado en 2016, es un ejemplo destacado de diseño contemporáneo. Con su forma de diamante, este edificio ha sido diseñado por la renombrada arquitecta Zaha Hadid y se ha convertido en un símbolo de la modernidad de la ciudad.
Por último, el August bar, una antigua capilla transformada en un elegante bar, es un lugar ideal para disfrutar de la vida nocturna de Amberes. Este espacio, diseñado por el arquitecto belga Vincent Van Duysen, combina historia y modernidad, ofreciendo una experiencia única para quienes buscan un ambiente diferente para salir por la noche.
Amberes es, sin duda, un destino que ofrece una mezcla perfecta de historia, arte y modernidad, convirtiéndose en un lugar imprescindible para cualquier viajero que desee explorar lo mejor de Bélgica.