La reciente ola de incendios en Castilla y León ha dejado una profunda huella en el sector agrícola y ganadero de la región. En respuesta a esta crisis, el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, ha anunciado un paquete de ayudas directas para los agricultores y ganaderos profesionales afectados. Estas medidas buscan no solo mitigar las pérdidas económicas, sino también reactivar la actividad en las zonas devastadas por el fuego.
**Compensaciones por Pérdidas Agrícolas**
Durante una reunión con las Organizaciones Profesionales Agrarias (OPAs), se acordó que los agricultores y ganaderos recibirán una ayuda mínima de 5.500 euros. Esta cifra representa un incremento del 20% en comparación con las ayudas otorgadas tras los incendios de 2022. Las compensaciones se basarán en la superficie quemada, con indemnizaciones que varían según el tipo de cultivo. Por ejemplo, se otorgarán 18 euros por hectárea de pasto, 130 euros por hectárea de cultivo herbáceo y 240 euros por hectárea de cultivo leñoso. Esta estrategia busca asegurar la viabilidad de las explotaciones y facilitar la recuperación del sector.
Además, para aquellos que hayan perdido ganado o colmenas, se establecerán indemnizaciones de 150 euros por colmena perdida y se aplicarán baremos específicos para los animales muertos o sacrificados debido a lesiones irreversibles causadas por los incendios. En el caso de los caballos, se equipararán las indemnizaciones a las establecidas para el ganado bovino, lo que refleja un enfoque integral en la compensación de las pérdidas.
**Suministros de Emergencia y Asesoramiento**
Desde el 15 de agosto, la Junta ha implementado un programa de suministro de alimentos y agua a las explotaciones ganaderas afectadas. Hasta la fecha, se han atendido a medio centenar de ganaderos, y esta medida se mantendrá hasta el 30 de septiembre. Posteriormente, se establecerá una ayuda directa por hectárea de pasto quemada, que se ajustará según la carga ganadera de cada explotación. Esto es crucial para garantizar que los ganaderos puedan seguir operando mientras se recuperan de las pérdidas.
En la reunión, también se discutieron las ayudas de la Política Agraria Común (PAC). Se facilitará que, una vez regenerado el pasto, los agricultores puedan aprovecharlo de inmediato, manteniendo la admisibilidad de estas superficies para las ayudas PAC de los años 2026 y siguientes. Esta medida es fundamental para asegurar que los agricultores no solo se recuperen, sino que también puedan planificar su futuro a largo plazo.
El presidente Mañueco también destacó la importancia de reforzar la asistencia y el asesoramiento a los agricultores y ganaderos. Para ello, se prevé la contratación urgente de personal en las secciones agrarias comarcales, lo que permitirá ofrecer un apoyo más efectivo y personalizado a quienes han sufrido las consecuencias de los incendios. La colaboración entre la administración y las organizaciones agrarias es esencial para desarrollar un plan de recuperación que sea efectivo y que responda a las necesidades reales del sector.
**Reuniones Futuras y Compromisos**
Las organizaciones agrarias y la Junta de Castilla y León han acordado mantener un diálogo continuo, con una nueva reunión programada para la próxima semana. Este compromiso de colaboración es vital para asegurar que las medidas de apoyo se implementen de manera efectiva y que se ajusten según las necesidades cambiantes de los afectados. La situación actual exige una respuesta rápida y coordinada, y la administración regional parece estar tomando las medidas necesarias para abordar esta crisis.
La ola de incendios ha sido devastadora, pero las acciones tomadas por la Junta de Castilla y León ofrecen un rayo de esperanza para los agricultores y ganaderos que luchan por recuperarse. Las ayudas directas, junto con el suministro de recursos y el asesoramiento, son pasos importantes hacia la recuperación del sector agrícola y ganadero en la región. A medida que se implementan estas medidas, será crucial seguir de cerca su impacto y ajustar las estrategias según sea necesario para garantizar que los afectados puedan volver a la normalidad lo antes posible.