Recientemente, los ayuntamientos de Tavernes de la Valldigna, Xeraco y Daimús han tomado la decisión de prohibir el baño en sus playas debido a la detección de contaminación fecal en el agua. Esta medida fue anunciada el miércoles por la mañana, afectando específicamente a la zona de la Goleta en Tavernes, que se encuentra al norte y limita con el término de Cullera. La alerta fue emitida por el servicio de emergencias 112 de la Generalitat, tras los análisis realizados el día anterior que revelaron la presencia de elementos contaminantes en el agua.
La Conselleria de Medio Ambiente ha indicado que se trata de un «periodo de contaminación de corta duración». Además de la prohibición del baño, se ha solicitado la retirada de las banderas azules que normalmente ondean en estas playas, lo que indica que no cumplen con los estándares de calidad del agua. Sin embargo, los alcaldes de las localidades afectadas han expresado su esperanza de que, si los análisis realizados el miércoles muestran resultados negativos, las playas puedan reabrirse al público en breve.
Mientras tanto, los bañistas pueden disfrutar del sol en la arena sin riesgo, ya que la prohibición se aplica únicamente al agua. Las autoridades locales han instado a los visitantes a seguir las indicaciones de los servicios de salvamento, quienes están encargados de mantener informados a los ciudadanos sobre la situación.
### Orígenes de la Contaminación
La aparición de contaminación fecal en las playas ha sorprendido a los alcaldes de la región, ya que no se ha registrado ningún vertido reciente que pudiera ser la causa. Los análisis realizados sugieren que la contaminación afecta a tres tramos de playa que están separados entre sí, lo que implica que los contaminantes podrían haber llegado a través de diferentes cauces. Por ejemplo, se ha especulado que el río Serpis o el emisario submarino de la depuradora de Gandia podrían ser responsables de la contaminación en la playa de Daimús. Sin embargo, es poco probable que estos residuos hayan llegado a Xeraco o a la zona norte de Tavernes.
En estas áreas, existen pequeños cauces que podrían haber sido afectados por vertidos urbanos mal depurados o por aportaciones agrícolas. Además, las altas temperaturas de los últimos días podrían haber contribuido a la degradación de la calidad del agua, exacerbando el problema.
Este incidente de contaminación se produce poco tiempo después de otro episodio en el que un vertido, posiblemente procedente de un barco, obligó a cerrar varias playas en la región. En esa ocasión, las playas de Daimús, Guardamar de la Safor, Bellreguard, Miramar, Piles y Oliva fueron cerradas debido a la presencia de residuos de naturaleza viscosa en el agua y en la arena. Aunque se prohibió el acceso a la playa por precaución, posteriormente se determinó que el material no era peligroso.
La situación actual ha generado preocupación entre los residentes y turistas que visitan la zona, especialmente en plena temporada de verano. Las playas son un atractivo importante para la economía local, y cualquier cierre puede tener un impacto significativo en los negocios que dependen del turismo. Por ello, las autoridades están trabajando para resolver la situación lo más rápido posible y garantizar la seguridad de los bañistas.
### Recomendaciones para los Bañistas
Mientras se resuelve la situación, es fundamental que los bañistas sigan las recomendaciones de las autoridades locales. Se aconseja a los visitantes que se mantengan informados sobre la calidad del agua y que respeten las prohibiciones de baño. La seguridad es la prioridad, y aunque la arena no presenta riesgos, es esencial evitar el contacto con el agua hasta que se confirme que es segura.
Los servicios de salvamento están en alerta y se encargan de comunicar cualquier cambio en la situación. Además, se recomienda a los bañistas que estén atentos a las banderas que indican la calidad del agua y que sigan las indicaciones de los socorristas en la playa.
La comunidad local espera que las playas puedan reabrirse pronto, permitiendo a los turistas y residentes disfrutar de un verano seguro y agradable en la costa de la Safor. Las autoridades están comprometidas a investigar el origen de la contaminación y a tomar las medidas necesarias para prevenir futuros incidentes que puedan afectar la calidad del agua y la seguridad de los bañistas.