En el último año, València ha sido testigo de un notable crecimiento en el sector de la sanidad privada, con la apertura de nuevos hospitales que están cambiando el panorama sanitario de la región. Este fenómeno no solo refleja un aumento en la capacidad de atención médica, sino que también plantea preguntas sobre el futuro del sistema sanitario en la Comunitat Valenciana. Con la inauguración de hospitales como IMED Colón y Vithas Turia, y la próxima apertura de Ascires, la capacidad total de camas en la sanidad valenciana alcanzará las 11.180, de las cuales 2.450 serán del sector privado. Este aumento en la infraestructura privada ha llevado a que casi uno de cada cinco lechos en la región esté gestionado por empresas privadas, lo que indica un cambio significativo en la forma en que los valencianos acceden a la atención médica.
La expansión de la sanidad privada en València no es un fenómeno aislado. Según datos recientes, 1,13 millones de habitantes en la Comunitat Valenciana cuentan con un seguro privado, lo que representa aproximadamente uno de cada cinco ciudadanos. Este aumento en la contratación de seguros de salud ha sido notable, con 90.000 personas que se han sumado a esta tendencia en el último año. A pesar de que el 70% de la población aún prefiere la atención pública, la creciente inclinación hacia la sanidad privada es evidente, especialmente en el ámbito de las consultas con especialistas.
### La Nueva Dinámica del Sistema Sanitario
El vicepresidente del Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Valencia, Pedro Ibor, ha señalado que la expansión de la sanidad privada es un reflejo de un nuevo modelo sanitario en el que la atención pública se centra en los casos más graves y crónicos, mientras que la privada asume una gran parte de los casos menos urgentes. Esta situación ha surgido, según Ibor, debido a un «rebosamiento» del sector público, que ha mostrado dificultades para atender a la ciudadanía de manera oportuna. La sanidad pública enfrenta varios desafíos, incluyendo listas de espera quirúrgicas que superan los 74.000 pacientes y demoras en la atención primaria que pueden extenderse por años.
El déficit de personal médico es otro de los problemas que aquejan a la sanidad pública en la Comunitat Valenciana. Con casi 600 vacantes en el sistema, la necesidad de contratar más profesionales se vuelve urgente. La falta de médicos ha llevado a que muchos opten por trasladarse al sector privado, donde las condiciones laborales y los salarios son más atractivos. Este trasvase de médicos ha aumentado en un 12% en los últimos seis años, lo que ha generado preocupación sobre la capacidad del sistema público para mantener un nivel adecuado de atención.
### La Visión de la Sanidad Privada
Frente a las críticas que recibe, la sanidad privada argumenta que su contribución al sistema es esencial. Destacan su capacidad para ofrecer atención rápida y accesible, así como su inversión en innovación médica y tecnológica. Grupos como Vithas y IMED enfatizan que su objetivo es mejorar la calidad de atención y reducir los tiempos de espera, lo que beneficia a los pacientes. Desde Ascires, se argumenta que su enfoque en la medicina personalizada y de precisión es fundamental para atender a una población en crecimiento y con necesidades de salud cada vez más complejas.
Sin embargo, esta expansión del sector privado no está exenta de controversia. Los sindicatos mayoritarios han denunciado la precariedad laboral en la sanidad privada, señalando que los beneficios económicos se obtienen a costa de las condiciones de trabajo del personal. La falta de un convenio actualizado desde 2016 ha generado tensiones entre los trabajadores y las empresas del sector.
A medida que la sanidad privada continúa creciendo en València, es evidente que el futuro del sistema sanitario en la Comunitat Valenciana será una amalgama de lo público y lo privado. Este modelo de codependencia plantea interrogantes sobre la sostenibilidad y la equidad en el acceso a la atención médica. La interacción entre ambos sectores, que alguna vez fue vista como una solución, ahora se enfrenta a desafíos que podrían redefinir la atención sanitaria en la región. La llegada de nuevos hospitales privados y el aumento de la contratación de seguros de salud son solo algunos de los signos de un cambio que podría tener un impacto duradero en la salud de los valencianos.