Francisco Vallés Morán, un destacado ingeniero y doctor en hidráulica de la Universitat Politècnica de València (UPV), ha desarrollado un modelo hidráulico innovador que ha demostrado ser crucial para analizar la fuerza del agua en los barrancos de la región, especialmente durante la DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) que afectó a la zona el 29 de octubre. Este modelo no solo es una herramienta de análisis, sino que también puede ser vital en la búsqueda de víctimas desaparecidas y en el rescate de personas en situaciones críticas.
El ingeniero compareció recientemente ante la jueza encargada del caso de la DANA, donde se le hicieron preguntas sobre las previsiones pluviométricas y el comportamiento del agua en los barrancos del Poyo, el Pozalet-Saleta y el río Magro. Vallés Morán enfatizó la importancia de las predicciones meteorológicas, señalando que las advertencias de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) deben ser tomadas en serio, especialmente en cuencas como la del barranco del Poyo, que es conocida por su potencial de inundación rápida.
### La Importancia de la Prevención y la Predicción
Durante su declaración, Vallés Morán subrayó que en situaciones de riesgo, como las que se presentan en cuencas mediterráneas, es fundamental activar medidas preventivas tan pronto como se detecta lluvia. «Las crecidas en estas cuencas son muy rápidas», advirtió. El ingeniero también destacó que la Aemet había emitido un aviso de nivel rojo, lo que indica una tormenta de gran magnitud, y que este tipo de alertas son raras y deben ser consideradas con la máxima seriedad.
El ingeniero explicó que, en su experiencia, la predicción de lluvias es bastante fiable un día antes del evento, lo que permite a las autoridades tomar decisiones informadas. Por ejemplo, la Universitat de València decidió suspender las clases el día anterior a la DANA debido a las advertencias de lluvias intensas. Vallés Morán enfatizó que las inundaciones relámpago son un fenómeno que puede causar daños significativos, y que los avisos deben estar directamente relacionados con las lluvias, no solo con las crecidas de los ríos.
### El Papel de la Presa de Forata
Otro aspecto importante que Vallés Morán abordó durante su comparecencia fue el papel de la presa de Forata en la gestión de las aguas durante la DANA. Según el ingeniero, la presa actuó como un regulador efectivo, amortiguando la fuerza de la avenida de agua. «Toda presa que no colapsa tiene un efecto laminador de la avenida, retrasando su punta en el tiempo y amortiguándola», explicó. Esto significa que, aunque la presa se llenó considerablemente, su diseño permitió que el agua se liberara de manera controlada, lo que a su vez dio tiempo a las autoridades para emitir alertas y tomar medidas de precaución.
Vallés Morán también aclaró que las compuertas de la presa de Forata estaban abiertas desde el final de la campaña de riego, lo que es una práctica estándar. Esto es crucial para evitar que la presa se llene en exceso durante eventos de lluvia intensa. Sin embargo, advirtió que si la presa se llena demasiado, puede llegar a un punto en el que no se pueda controlar el vertido, lo que podría ser peligroso.
El ingeniero también hizo hincapié en que el barranco del Poyo y el río Magro son cuencas diferentes, lo que significa que no se pueden comparar directamente en términos de gestión de agua. La situación en el Poyo es más complicada, ya que no hay presas que actúen como reguladores, lo que aumenta el riesgo de inundaciones en áreas urbanas.
En cuanto a la problemática de las cañas en el cauce del río, Vallés Morán argumentó que, en situaciones de riada, el verdadero problema han sido los vehículos arrastrados por la fuerza del agua, más que la vegetación. Las cañas, aunque pueden obstruir el flujo, son incapaces de resistir la potencia del agua en una inundación de tal magnitud.
La labor de Francisco Vallés Morán no solo es un testimonio de la importancia de la ingeniería hidráulica en la gestión de emergencias, sino que también resalta la necesidad de una colaboración efectiva entre las autoridades meteorológicas y los ingenieros para prevenir desastres y proteger a la población. Su modelo hidráulico y su enfoque en la predicción y la prevención son ejemplos de cómo la ciencia puede contribuir a la seguridad y el bienestar de la comunidad.