La reciente crisis de apagón masivo que afectó a gran parte de España el 28 de abril de 2025 dejó a millones de personas sin electricidad, generando caos en las calles y un impacto significativo en la vida cotidiana. Sin embargo, en medio de este panorama desolador, Mercadona, una de las cadenas de supermercados más grandes del país, logró mantener sus puertas abiertas y operar con normalidad. Este artículo explora cómo la empresa pudo resistir a la adversidad y qué medidas implementó para garantizar la continuidad de su servicio.
### La infraestructura que marca la diferencia
La clave del éxito de Mercadona durante el apagón radica en su inversión en infraestructura tecnológica. A lo largo de los años, la cadena ha equipado muchos de sus supermercados con grupos electrógenos propios. Estos sistemas son capaces de generar electricidad de forma autónoma, lo que les permite seguir funcionando incluso cuando la red eléctrica convencional falla. En términos simples, un grupo electrógeno está compuesto por un motor y un alternador que convierte la energía mecánica en energía eléctrica.
Durante el apagón, los grupos electrógenos de Mercadona se activaron automáticamente, asegurando que las operaciones críticas de la tienda continuaran sin interrupciones. Esto incluye el funcionamiento de las cajas registradoras, las cámaras frigoríficas y los terminales de pago. Gracias a esta infraestructura, más de 1.600 tiendas de Mercadona en España pudieron operar con normalidad, mientras que muchos otros comercios se vieron obligados a cerrar sus puertas.
La capacidad de Mercadona para mantener sus operaciones durante la crisis no solo se debió a la tecnología, sino también a la planificación estratégica de la empresa. La cadena ha priorizado la resiliencia en su modelo de negocio, asegurándose de que sus tiendas estén preparadas para enfrentar situaciones de emergencia. Esto incluye no solo la instalación de generadores, sino también la capacitación de su personal para manejar situaciones de alta presión.
### La experiencia del cliente durante el apagón
A pesar de que Mercadona logró mantener sus operaciones, la experiencia de los clientes durante el apagón fue un reflejo del pánico generalizado que se vivió en el país. Una empleada de una tienda en Zaragoza compartió su experiencia, destacando que, aunque las cajas y los sistemas de pago funcionaban, las cámaras frigoríficas y congeladoras no estaban operativas al 100%. Esto generó incertidumbre sobre la duración del apagón y la frescura de los productos.
La situación llevó a un aumento en la afluencia de clientes, muchos de los cuales entraron en pánico y comenzaron a comprar en masa. La empleada relató que los productos que más se agotaron fueron velas, agua y conservas, lo que refleja la ansiedad de la población ante la falta de electricidad y la posibilidad de que los suministros se agoten. Este comportamiento de compra masiva, aunque comprensible en un contexto de crisis, también generó tensiones entre los clientes, ya que algunos no mostraron solidaridad y se llevaron grandes cantidades de productos.
Mercadona, consciente de la situación, tuvo que reforzar la seguridad en sus tiendas para gestionar la afluencia de clientes y evitar posibles altercados. La empresa también utilizó sus canales de comunicación para informar a los clientes sobre la situación y agradecer a su personal por su esfuerzo en mantener las tiendas abiertas. En un mensaje en redes sociales, Mercadona expresó su gratitud a los empleados y a los clientes por su colaboración durante el apagón.
La capacidad de Mercadona para adaptarse a la crisis y mantener sus operaciones no solo demuestra la importancia de la infraestructura tecnológica en el comercio moderno, sino también la necesidad de una gestión efectiva de crisis. En un mundo cada vez más interconectado y dependiente de la electricidad, la resiliencia se ha convertido en un factor clave para el éxito de las empresas.
### Reflexiones sobre la resiliencia empresarial
El caso de Mercadona durante el apagón masivo en España pone de relieve la importancia de la planificación y la inversión en tecnología para garantizar la continuidad del negocio. En un entorno donde las interrupciones pueden ocurrir en cualquier momento, las empresas que están preparadas para enfrentar estos desafíos son las que tienen más probabilidades de sobrevivir y prosperar.
La experiencia de Mercadona también resalta la necesidad de una cultura empresarial que valore la resiliencia y la preparación. Esto no solo implica la inversión en tecnología, sino también la capacitación del personal y la creación de protocolos claros para manejar situaciones de crisis. En última instancia, la capacidad de una empresa para adaptarse y responder a las adversidades puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso en un mercado competitivo.