La población española está experimentando un notable cambio demográfico, donde se prevé que para el año 2050, más del 30% de la población supere los 65 años. Este fenómeno plantea nuevos retos para la salud pública, especialmente en lo que respecta a la vacunación y la prevención de enfermedades. En este contexto, la Semana Mundial de la Inmunización ha sido el escenario para discutir los retos actuales de la vacunación en adultos, especialmente en la población mayor, en un seminario organizado por Pfizer y la Asociación Nacional de Informadores de la Salud (ANIS).
**El Nuevo Perfil del Paciente Mayor**
El perfil del paciente adulto ha evolucionado significativamente en las últimas décadas. Hoy en día, los mayores de 65 años tienen un acceso mucho más amplio a la información, con aproximadamente un 33% de ellos utilizando Internet para informarse sobre salud. Sin embargo, este acceso a la información no siempre se traduce en una comprensión clara y precisa de los temas relacionados con la salud y la vacunación. Begoña Reyero, enfermera especialista en el Servicio Canario de Salud, subraya que, aunque la generación actual de adultos mayores tiene más información a su disposición, también enfrenta una gran cantidad de desinformación que puede generar dudas y miedos.
La comunicación efectiva se convierte en una herramienta esencial para abordar estas inquietudes. Los profesionales de la salud deben adaptarse a las nuevas necesidades de los pacientes, implementando habilidades comunicativas que fomenten un diálogo abierto y empático. La Atención Primaria juega un papel crucial en este proceso, ya que los médicos de familia y enfermeros son la primera línea de contacto con los pacientes. Su relación de confianza con los mayores les permite identificar y desmentir bulos y prejuicios que puedan afectar la decisión de vacunarse.
El envejecimiento del sistema inmunológico, junto con la presencia de enfermedades crónicas, también afecta la respuesta inmune en los adultos mayores. Más del 90% de las personas mayores de 75 años padecen al menos una enfermedad crónica, lo que incrementa su vulnerabilidad a infecciones. Ángel Gil, catedrático de Medicina Preventiva, destaca que la vacunación es fundamental para reducir el riesgo de infecciones, hospitalizaciones y mortalidad en este grupo poblacional.
**La Importancia de la Comunicación en la Vacunación**
A pesar de que la vacunación es una de las herramientas más efectivas para prevenir complicaciones y muertes, las tasas de cobertura en adultos aún son insuficientes. La desinformación se ha convertido en un obstáculo significativo para las campañas de vacunación, ya que muchas veces las noticias falsas generan dudas sobre la seguridad y eficacia de las vacunas. Estudios recientes indican que el 70% de las conversaciones en redes sociales sobre vacunas cuestionan su seguridad, lo que impacta negativamente en la percepción pública y, en consecuencia, en la cobertura vacunal.
Durante la pandemia de COVID-19, se observaron avances en la percepción y conocimiento sobre las vacunas, pero la proliferación de bulos en redes sociales ha creado un nuevo desafío para la salud pública. Graziella Almendral, presidenta de ANIS, señala que uno de los mayores retos es llegar a las audiencias más escépticas utilizando un lenguaje accesible y riguroso. No es suficiente con presentar datos; es crucial conectar con los ciudadanos que buscan argumentos más convincentes.
Los medios de comunicación tienen un papel fundamental en la lucha contra la desinformación y en la restauración de la confianza ciudadana. Sin embargo, el problema no se limita a los medios tradicionales; el uso irresponsable de las redes sociales permite que la desinformación se propague sin control. Para combatir esto, es esencial fomentar una ciudadanía crítica que pueda identificar fuentes confiables y cuestionar la veracidad de la información que consume. La formación y especialización de los periodistas son recursos clave para detectar y contrarrestar la desinformación, asegurando que solo se difunda información verificada y contrastada.
En resumen, la vacunación en la población adulta, especialmente en los mayores, enfrenta desafíos significativos en un entorno marcado por la desinformación. La comunicación efectiva, la confianza en los profesionales de la salud y el acceso a información veraz son elementos esenciales para mejorar las tasas de vacunación y garantizar un envejecimiento saludable.