La reciente decisión de la Audiencia Provincial de Madrid ha marcado un hito en la batalla legal entre los promotores de la Superliga y la UEFA. Este fallo, que desestima los recursos presentados por la UEFA, LaLiga y la Federación Española de Fútbol (RFEF), ha sido interpretado como un claro abuso de posición dominante por parte de estos organismos en su intento de bloquear competiciones alternativas. La resolución no solo refuerza la postura de los promotores de la Superliga, sino que también abre la puerta a una reclamación de indemnización que podría ascender a 4.500 millones de euros.
### Un Golpe a la Autoridad de la UEFA
La sentencia de la Audiencia Provincial ratifica una decisión anterior del Juzgado de lo Mercantil número 17, que ya había declarado contrarias al derecho europeo las normas de autorización previa de competiciones impuestas por la UEFA y FIFA. Este tribunal examinó 21 alegaciones presentadas por los organismos futbolísticos y las rechazó de manera contundente. La resolución establece que cualquier régimen que condicione el acceso de nuevos competidores debe incluir criterios transparentes, objetivos y no discriminatorios, así como mecanismos de control jurisdiccional efectivo.
Este fallo se suma a la histórica sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea de diciembre de 2023, que determinó que UEFA y FIFA habían violado los artículos 101 y 102 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea al abusar de su posición dominante en el mercado del fútbol profesional. La UEFA, que había intentado mantener su monopolio, se enfrenta ahora a un panorama legal complicado que podría cambiar la estructura del fútbol europeo tal como lo conocemos.
### Reacciones y Consecuencias para el Futuro del Fútbol
El Real Madrid, uno de los principales impulsores de la Superliga, ha celebrado la sentencia con un comunicado oficial que destaca cómo esta resolución abre la vía para reclamar los daños y perjuicios sufridos por el club. A pesar de las numerosas conversaciones mantenidas con altos funcionarios de la UEFA, no se ha alcanzado ningún compromiso sobre aspectos cruciales como la gobernanza transparente, la sostenibilidad financiera y la mejora de la experiencia de los aficionados.
Por su parte, A22 Sports Management, la compañía promotora de la Superliga, ha emitido un comunicado en el que celebra esta decisión como la tercera sentencia consecutiva que declara que el monopolio ejercido por la UEFA constituye un abuso de posición dominante. La empresa ha anunciado su intención de iniciar procedimientos para ser compensada por los daños sufridos, junto al Real Madrid.
La reclamación económica que preparan ambas partes se dividirá en tres componentes principales: el perjuicio económico directo causado por la imposibilidad de lanzar la competición, el lucro cesante derivado de contratos que no pudieron firmarse y el daño reputacional sufrido por la campaña de descrédito orquestada contra el proyecto.
### Fracaso de las Negociaciones
Este cambio de estrategia hacia la vía judicial se produce tras el fracaso de casi una docena de reuniones mantenidas durante el año entre representantes de A22, el Real Madrid, el Barcelona y altos funcionarios de la UEFA. Aunque las negociaciones habían progresado inicialmente en aspectos como el modelo televisivo y la gestión de la competición, finalmente colapsaron debido a desacuerdos sobre el formato. Los promotores de la Superliga concluyeron que la UEFA nunca tuvo la intención real de llegar a un acuerdo, sino que buscaba ganar tiempo para impedir el lanzamiento del proyecto.
La situación actual plantea un futuro incierto para el fútbol europeo. La Superliga, que fue concebida como una alternativa a las competiciones tradicionales, ahora se encuentra en una posición más fuerte gracias a las decisiones judiciales que respaldan su causa. Sin embargo, el camino hacia la implementación de esta nueva liga no será fácil, ya que la UEFA y otros organismos seguirán luchando para mantener su control sobre el fútbol europeo.
En este contexto, la Superliga podría representar un cambio radical en la forma en que se organizan y gestionan las competiciones de fútbol, ofreciendo una alternativa que podría atraer a los aficionados y a los clubes que buscan nuevas oportunidades de ingresos y visibilidad. La batalla legal entre la Superliga y la UEFA no solo es un conflicto entre dos visiones del fútbol, sino que también es un reflejo de las tensiones más amplias en el deporte profesional, donde el dinero, la competencia y la gobernanza se entrelazan de maneras complejas.
