La reciente decisión de la Comisión Europea de implementar la ley contra la deforestación importada a partir del 30 de diciembre de 2025 ha generado un amplio debate en torno a su efectividad y los desafíos que enfrenta. Esta normativa, que busca frenar la deforestación asociada al comercio de productos como el cacao, el café, el aceite de palma y la soja, ha sido objeto de críticas y apoyos desde su presentación en 2021. A continuación, se analizan los aspectos más relevantes de esta legislación y las reacciones que ha suscitado en el ámbito internacional.
La ley, conocida como reglamento EUDR, tiene como objetivo principal asegurar que las materias primas y productos derivados que ingresan a la Unión Europea no contribuyan a la deforestación ni a la degradación de los bosques en los países de origen. Según datos de la Comisión, entre 1990 y 2020 se destruyó una superficie de masa forestal mayor que la de la UE, y cerca del 10% de esta pérdida es atribuible al consumo europeo. Esto plantea una responsabilidad significativa para las empresas que importan estos productos, ya que deberán demostrar, mediante un sistema de geolocalización, que su origen no ha generado deforestación.
### Cambios en la Implementación de la Normativa
A pesar de que inicialmente se había previsto que la ley entrara en vigor el 30 de noviembre de 2024, la Comisión decidió posponer su implementación un año debido a problemas informáticos que dificultaban el procesamiento de los informes necesarios. Sin embargo, la normativa revisada mantiene la fecha de entrada en vigor para finales de 2025, aunque introduce algunas flexibilizaciones en cuanto a las multas y la burocracia asociada al proceso de acreditación del origen de las mercancías.
Una de las modificaciones más significativas es la decisión de no aplicar multas durante los primeros seis meses tras la entrada en vigor de la ley. Esto se considera un alivio para las empresas, especialmente para las pequeñas y muy pequeñas explotaciones agrícolas y madereras, que ahora solo tendrán que presentar una declaración anual de sus compras, en lugar de hacerlo con cada adquisición. Esta medida busca facilitar la adaptación de los productores a la nueva normativa y reducir la carga administrativa que podría haber desincentivado su cumplimiento.
### Reacciones Internacionales y Críticas
La ley ha generado reacciones mixtas en el ámbito internacional. Por un lado, ha sido apoyada por grandes productores de chocolate y organizaciones medioambientales que ven en ella una oportunidad para frenar la deforestación y proteger los ecosistemas. Sin embargo, también ha sido objeto de críticas por parte de varios países, incluidos Brasil, Colombia y Malasia, que temen que la normativa afecte negativamente a sus economías y a sus exportaciones.
La administración de Estados Unidos, bajo el liderazgo de Donald Trump, también expresó su descontento con la ley, argumentando que podría perjudicar las relaciones comerciales entre la UE y los países productores. Este tipo de críticas resalta la complejidad de equilibrar las necesidades económicas de los países en desarrollo con la urgencia de abordar la crisis climática y la pérdida de biodiversidad.
Además, en junio de 2025, diecinueve ministros de Agricultura de la UE enviaron una carta a la Comisión solicitando una simplificación de la normativa, lo que indica que aún hay preocupaciones sobre la viabilidad de su implementación. La presión para suavizar la ley proviene principalmente de sectores que temen que las restricciones puedan obstaculizar el comercio y afectar a los agricultores que dependen de la exportación de productos agrícolas.
### La Importancia de los Bosques en la Lucha Contra el Cambio Climático
Los bosques son esenciales para la lucha contra el cambio climático, ya que actúan como sumideros de carbono, capturando CO2 de la atmósfera. Además, albergan una gran parte de la biodiversidad terrestre y son fuente de empleo para millones de personas en todo el mundo. Según datos de la ONU y la FAO, los bosques proporcionan 86 millones de empleos y son el hogar del 86% de la biodiversidad terrestre. La pérdida de estos ecosistemas no solo tiene un impacto ambiental, sino que también afecta a las comunidades que dependen de ellos para su sustento.
En el contexto de la próxima cumbre climática COP30 que se celebrará en Brasil, es crucial que la comunidad internacional aborde la deforestación de manera integral. Un informe reciente advierte que en 2024 se perdieron 8,1 millones de hectáreas de bosque, lo que subraya la necesidad urgente de implementar políticas efectivas que frenen esta tendencia. La ley contra la deforestación importada es un paso en esa dirección, pero su éxito dependerá de la colaboración entre países, empresas y organizaciones no gubernamentales para asegurar que se cumplan los objetivos establecidos y se protejan los bosques del mundo.
