La situación política en Venezuela ha sido un tema recurrente en la agenda internacional, especialmente en el contexto de las relaciones con España. Julio Borges, expresidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, ha expresado su preocupación por la postura del gobierno español respecto a la crisis venezolana, señalando que se ha convertido en parte del problema en lugar de ser parte de la solución. En una reciente entrevista, Borges criticó la falta de reconocimiento del gobierno español hacia María Corina Machado, quien fue galardonada con el Premio Nobel de la Paz, y argumentó que este silencio refleja una complicidad política y económica con el régimen de Nicolás Maduro.
### La crítica de Borges al gobierno español
Borges ha sido un crítico abierto del gobierno de Pedro Sánchez, acusándolo de no felicitar a Machado por su Nobel de la Paz, lo que considera un acto de indiferencia hacia la lucha por la democracia en Venezuela. Según él, este gesto no solo es un desaire hacia Machado, sino que también revela una falta de compromiso del gobierno español con los valores democráticos. Borges sostiene que la relación entre el gobierno español y el régimen de Maduro ha estado marcada por intereses económicos y políticos que han llevado a una complicidad que perjudica a la oposición venezolana.
El exiliado político también ha mencionado que la influencia de José Luis Rodríguez Zapatero, ex presidente español, ha sido crucial en esta dinámica. Zapatero ha actuado como mediador en negociaciones entre la oposición y el régimen, pero Borges lo describe como un abogado de Maduro, lo que ha generado desconfianza entre los opositores. Esta percepción de complicidad ha llevado a Borges a concluir que el gobierno español no puede ser visto como un aliado en la lucha por la democracia en Venezuela.
### La situación actual en Venezuela
Borges describe a Venezuela como un ‘narcoestado’, donde la corrupción y la falta de legitimidad del gobierno de Maduro han creado un entorno de inestabilidad. La falta de liderazgo en el régimen y la posibilidad de conspiraciones internas son factores que, según él, podrían llevar a un cambio en el poder. En este contexto, Borges ve la necesidad de que la comunidad internacional, y en particular España, adopte una postura más firme y clara en apoyo a la democracia venezolana.
La situación económica en Venezuela es crítica, y muchos ciudadanos han tenido que huir del país en busca de mejores oportunidades. Borges, quien salió de Venezuela en 2018, ha vivido de cerca las consecuencias de la crisis, y su experiencia personal le da un enfoque único sobre la situación actual. En su opinión, la comunidad internacional debe actuar con urgencia para ayudar a los venezolanos que sufren bajo el régimen de Maduro.
Borges también ha señalado que la creciente comunidad hispanoamericana en España ha contribuido a sensibilizar a la población española sobre la situación en Venezuela. A medida que más venezolanos se establecen en España, la conexión entre ambos países se fortalece, lo que podría influir en la política española hacia Venezuela en el futuro.
El ex presidente de la Asamblea Nacional concluye que la lucha por la democracia en Venezuela es una causa que trasciende fronteras y que requiere un compromiso global. La falta de acción por parte del gobierno español no solo afecta a los venezolanos, sino que también tiene repercusiones en la política internacional y en la percepción de España como un defensor de los derechos humanos y la democracia.
En resumen, la relación entre España y Venezuela es compleja y está marcada por intereses políticos y económicos que han llevado a una falta de apoyo efectivo a la oposición venezolana. La crítica de Borges al gobierno español resuena con muchos que ven la necesidad de un cambio en la política exterior española hacia Venezuela, y su llamado a la acción es un recordatorio de que la lucha por la democracia es una responsabilidad compartida a nivel global.